La igualdad lograda en Ipurúa no dejó contento al técnico del Betis ni a sus jugadores. Así lo manifestó el entrenador chileno Manuel Pellegrini en la conferencia de prensa después del duelo, quien reconoció la baja de intensidad que sufrió el equipo del arquero Claudio Bravo en el complementario.
“El vestuario está caliente. El fútbol, más que la teoría, hay que ver lo que puede pasar en la práctica. El equipo hoy día hizo un partido para empatarlo porque no pudimos superar a Eibar en el segundo tiempo”, aseguró el santiaguino.
Pese a los dos puntos perdidos, el DT manifestó su optimismo frente al objetivo de volver a los torneos continentales, ya que “el punto que sumamos nos permite volver a depender de nosotros y llegar a la Europa League. Quedan dos partidos más y esto se va a decidir por un punto hasta el último partido del campeonato. El equipo está muy consciente de eso y, como dije, teníamos que jugar tres partidos durante seis días y tenemos que pensar en el próximo, que es con Huesca en casa”.
Villarreal y Celta de Vigo, dos de los clubes que luchan con los andaluces por cupos en torneos europeos verán el regreso del público a sus estadios. Al ser cuestionado sobre esa opción, Pellegrino reconoció que era una desventaja para el Betis.
“Lo más lógico es que fuera igual para todos los partidos. Habrá algunas razones que en este momento desconozco, tal vez hay zonas donde el tema de la pandemia ya no es tan grave. Pero es un tema que a nosotros, los técnicos, no nos corresponde analizar. Nosotros debemos ver lo que está haciendo el equipo. Ahora, lo que tenemos que hacer es mentalizarnos para ganar los tres puntos con Huesca”, aclaró El Ingeniero.