Maradonas de diez minutos: los futbolistas de actuaciones memorables que el destino separó de la élite
Talento de sobra, pero mala fortuna o simplemente decisiones propias. Una lista de jugadores que deslumbraron a punta de genialidades y que con el tiempo vieron estancada su carrera por diferentes motivos.
El fútbol cuenta con una gran variedad de jugadores. Están los que salieron de las calles más peligrosas y escalaron a la élite, imponiéndose a todo lo que se cruzara por su camino. Están también los que gozan de un talento único, pero que han decidido combinar la actividad con la noche y la fiesta, aunque no por eso han brillado menos. Están los que dedican su vida a ser mejores atletas, con el objetivo de superarse día a día cuidando al máximo su estado físico. Están, por otro lado, los que han visto su carrera invadida por lesiones, impidiendo así su desarrollo como profesionales.
Y así, como hay de todo, también hay futbolistas que son casos aparte, pero con algo en común entre ellos: pese a ser talentosos y a exhibir jugadas grandiosas, no lograron el Balón de Oro, uno de los parámetros que definen la inmortalidad . No obstante, cada uno de ellos alcanzó a ganarse los aplausos de un estadio completo a punta de lujos o goles. Genios que con poco se inscribieron para siempre en la historia.
Jorge González, el Mágico de El Salvador
Jorge González es considerado el mejor jugador de la historia de El Salvador, su país de origen y al que representó en el Mundial de España 1982. Amante de la noche y de la fiesta, pero en la cancha simplemente un genio. Un creador completo con buena pegada y visión, y quien regaló actuaciones memorables, como cuando, en 1984, por las semifinales del Trofeo Ramón de Carranza, pasó de estar castigado a ser la figura.
Jugando por el Cádiz, club en el que es considerado un ídolo, su rival de turno fue el Barcelona. El volante se quedó dormido y no se presentó a la hora. ¿El resultado? Su entrenador no lo consideró entre los titulares. Concluyó el primer tiempo y el cuadro culé se imponía por 0-3, por lo que el DT de los anfitriones apostó por la magia para el complemento. González sabía que debía responder, y lo hizo de forma épica. Anotó un doblete y concedió dos asistencias que terminaron dándole el triunfo a su escuadra por 4-3. Y, como si fuera poco, ese mismo año regaló un golazo al puro estilo de Diego Maradona, el que también se lo marcó a los catalanes. Hace poco, el transandino dijo que el salvadoreño había sido mejor que él.
Si el Mágico no llegó a un club grande fue porque él lo quiso así. En 1984 fue invitado por el Barcelona a una gira en Estados Unidos. González jugó algunos partidos, pero finalmente su salida no se concretó por un incidente en el hotel en el que se hospedaba el equipo. Se activó la alarma de incendios en el lugar y todos fueron evacuados, menos el volante y una mujer.
Juninho Paulista, un regateador cortado por las lesiones
Las lesiones fueron el principal problema de la carrera futbolística de Juninho Paulista. El brasileño, campeón del mundo en Corea del Sur y Japón 2002, fue víctima de problemas físicos en momentos clave de su etapa como jugador. En 1998, cuando recién se consolidó como figura en el Atlético de Madrid, una dura entrada de Michel Salgado, en un duelo amistoso frente al Celta de Vigo, le provocó una fractura de tibia y peroné que lo mantuvo alejado varios meses de la actividad y lo dejó fuera de la Copa del Mundo de Francia 1998. Luego de ganar el Mundial, donde fue titular todos los partidos de la fase de grupos y sumó minutos en la final, una rotura de ligamento cruzado lo alejó nuevamente de las canchas.
Pese a su truncada, pero exitosa carrera, donde incluso consiguió la Copa Libertadores junto a Sao Paulo, Juninho siempre exhibió un buen nivel cuando estuvo en plenitud. Una de sus jugadas más recordadas fue en 1998, en un duelo que los colchoneros vencieron por 3-0 al Alavés. El enganche se las arregló para pasar la pelota entre las piernas del exlateral español Raúl Gañán.
Trinche Carlovich, el Maradona que no fue
“El Maradona que no fue”, son las palabras con las que el mundo del fútbol define a Tomás Carlovich, quien recientemente falleció tras ser atacado en un asalto. El Trinche, histórico mediocampista de Central Córdoba, fue uno de los mejores volantes ofensivos de Argentina, siendo uno de los especialistas en hacer pasar la pelota entre las piernas de sus rivales dos veces seguidas.
El mediocampista formado en Rosario Central nunca salió de Argentina, aunque, según lo que él mismo declaró, posibilidades no le faltaron. Pareciera que nunca lo necesitó. Aún así, es conocido en diferentes lugares del mundo por su categoría, su indisciplinada forma de enfrentar el fútbol y su habilidad para hacer túneles.
Paulo Futre, el Messi rojiblanco
Otro de los casos de jugadores que fueron históricos sin alcanzar el Balón de Oro es el de Paulo Futre, recordado extremo del Atlético de Madrid. El portugués dejó actuaciones de antología. Su capacidad para dejar en el camino a los rivales, además de una grandiosa pegada que mezclaba la potencia con la precisión, hicieron que su nombre se inscribiera para siempre en la historia del club colchonero, donde ganó dos Copas del Rey y es considerado un ídolo.
Paulo Henrique Ganso, el brasileño que nunca despegó
El Santos FC que consiguió la Copa Libertadores del 2011 tenía a tres figuras que terminaron siendo cruciales: Neymar, Elano Blumel y Paulo Henrique Ganso. Este último ocupó el lugar de volante de creación en el esquema del Peixe de ese entonces. Pese a que en el exclub de Pelé el brasileño regaló jugadas llenas de lujos y buen toque, nunca pudo consagrarse fuera de su país.
Su primera experiencia en el Viejo Continente fue en el Sevilla, donde estuvo entre 2016 y 2019, sin lograr el protagonismo que obtuvo en el Brasileirao, donde asomaba como una de las mayores promesas de Sudámerica. Luego, estuvo un año en el Amiens de Francia, pero 12 meses después regresó al Fluminense, donde milita actualmente.
Ariel Ortega, el Burrito
El argentino Ariel Ortega fue una de las principales proyecciones de River Plate, desde que debutó en 1991. Conocido por su capacidad de desequilibrar a punta de gambetas y su técnica con la pelota, el Burrito dejó el fútbol transandino para pasar un tiempo en Europa, donde vistió las camisetas del Valencia, la Sampdoria y el Parma, aunque sin éxito. En 2002, tuvo una nueva oportunidad en el extranjero, esta vez en el Fenerbahce, donde tampoco pudo consolidarse.
Durante su etapa como jugador protagonizó diferentes episodios de indisciplina, como cuando, en 2011, el DT de River de esa época, Juan José López, lo removió de la plantilla por constantes inasistencias a los entrenamientos. A finales de ese mismo año, el cuadro Millionario sufrió su primer descenso de la historia.
Entre sus logros más destacados están la medalla de oro de los Juegos Olímpicos que consiguió junto a la selección Sub 23 de su país en 1996 y la Copa Libertadores de 1996, la que ganó con el club donde se formó. También participó de tres mundiales de fútbol (1994, 1998 y 2002). Eso sí, pese a su completo historial y a sus múltiples buenas presentaciones, nunca consiguió escalar a la élite de la disciplina.
Mario Gotze, el jugador que decayó luego de darle un Mundial a su país
El volante Mario Gotze cumplió uno de los sueños que todos los futbolistas anhela: marcó el gol que le entrego a Alemania, su país, la Copa del Mundo en 2014. El germano, de buenas actuaciones en el Borussia Dortmund, club en el que se formó y en el que está hoy, ingresó en el alargue, cuando el cotejo estaba 0-0, y anotó el único gol del partido en los 113′, dejando sin título a la Argentina de Lionel Messi.
Sin embargo, los años después de esa alegría fueron muy distintos para Gotze. Las lesiones impidieron su progreso e incluso lo dejaron al borde del retiro en 2017, año en que se le diagnosticó un desorden metabólico que lo obligó a alejarse de las canchas. Luego de 167 días, pudo volver. Pero los problemas físicos continuaron atormentándolo. A finales de ese mismo año, sufrió una rotura parcial de los ligamentos de su tobillo derecho. Aunque actualmente se encuentra en buen estado, su carrera se vio constantemente cortada.
Alexandre Pato, el goleador al que las lesiones lo dejaron sin olfato
Tras su debut en 2006, Alexandre Pato fue considerado el principal candidato para comandar la delantera de Brasil. Su talento y capacidad de definición lo llevaron a fichar tempranamente en el AC Milan, un año más tarde. Pese a que en un principio tuvo buenas campañas con el conjunto italiano, en 2011 comenzó a sufrir varias lesiones que terminaron frenando su alza futbolística. Aunque, posteriormente, siguió teniendo oportunidades en clubes como el Chelsea o el Villarreal, nunca volvió a recuperar su nivel. Actualmente juega en el Sao Paulo.
Just Fontaine, la mejor Bota de Oro
A diferencia de Pato, hay otros atacantes que no pudieron superar las lesiones y debieron retirarse. Just Fontaine, uno de los mejores arietes de la historia, es uno de ellos. El francés, poseedor del récord del máximo anotador en un Mundial (Suecia 1958), con 13 dianas. Su precisión y habilidad para marcar hicieron que, en 2004, fuera galardonado como el Jugador de oro de la FIFA. Su buen nivel impresionó al mundo, pero por una lesión recurrente, debió retirarse en 1962, a sus 28 años. No obstante, sus años como profesional, vistiendo las camisetas del Marocaine, el Niza y el Stade de Reims, fueron suficientes para demostrar toda su categoría, la que no pudo en alguno de los mejores equipos del mundo.
Matías Fernández, la promesa no cumplida
En Chile, también han existido casos de jugadores de los que se esperaba mucho y que finalmente no cumplieron con las expectativas. El más conocido es el de Matías Fernández. El mediocampista formado en Colo Colo, al que volvió este año, se robó las miradas del mundo cuando, en 2006, ganó el reconocimiento al mejor jugador de América. Cuando emigró al extranjero, ese mismo año, no pudo repetir sus buenas actuaciones, llenas de regate y buena pegada. Fue el inicio de un período que no fue positivo para el chileno, al menos hasta 2014, año en el que mostró luces de su antiguo rendimiento representando a la Fiorentina en la Serie A. Las lesiones le pasaron la cuenta a Matigol, que nunca más pudo encontrar continuidad como la que tuvo en su primera etapa en los albos.
Uno de sus goles más recordados jugando por el Cacique fue el que le anotó a O’Higgins, el 9 de agosto de 2006. Al puro estilo de Maradona, Fernández se sacó a cada rival que intentó quitarle la pelota y definió de picotón para marcar el 2-1 transitorio ante el conjunto de Rancagua.
Carlos Villanueva, el Piña
Carlos Villanueva dejó el fútbol chileno siendo la figura. El Piña fue crucial en el equipo de Audax Italiano que llegó hasta la final del Clausura 2006, en la que finalmente los itálicos cayeron ante los albos. Un habilidoso con la pelota y el dueño de una pegada exquisita que, en la Copa América de 2007, hizo celebrar a la Selección frente a Ecuador. Quedaban cinco minutos de partido y el mediocampista clavó un tiro libre en la portería rival, dándole el triunfo por 2-3 a la Roja.
Luego de un fugaz paso por el Blackburn Rovers de Inglaterra, Villanueva decidió continuar su carrera en clubes de Emiratos Árabes y, posteriormente, de Arabia Saudita. Pese a que en 2013 estuvo seis meses a préstamo en la Universidad Católica, su alejamiento del fútbol chileno y europeo le impidieron desarrollar su carrera en equipos de primera categoría.
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