Las tres medallas (una de oro individual) que conquistó María José Mailliard (29 años) en la Copa del Mundo de canotaje de Hungría a fines de septiembre fueron elegidas por los 100 encuestados de La Tercera como el logro deportivo chileno del año. Ella, del otro lado del teléfono, se muestra sorprendida con el reconocimiento, no por méritos, sino por la falta de popularidad. Ni siquiera eso fue impedimento para superar las finales alcanzadas por Joaquín Niemann en el PGA.
¿Cómo toma este reconocimiento?
Me pone muy feliz que mis propios compañeros me hayan elegido. Uno como deportista sabe muy bien lo que son las medallas, las competencias, lo que significa ganarse una en cualquier competencia. No queda más que agradecerles.
¿Es más relevante al ser votada por pares?
Es mucho más meritorio a que me haya elegido gente del Comité Olímpico o del Estado. Ellos como deportistas saben cuánto cuesta ganar una medalla en Mundiales, Panamericanos, saben del sacrificio y de las cosas que hay que dejar de lado, saben del nivel. A ellos no se les puede engañar, saben todo. Tiene mucho más mérito que haberme ganado un premio del Estado, que al final esos los entregan por buena onda y no por resultados. Como deportista me he dado cuenta que de la gente del Estado o del Comité Olímpico uno no puede esperar nada.
¿Cree usted que sus medallas fueron el mayor logro deportivo chileno de 2020?
Siendo muy honesta pienso que me merezco esto. Para mí fue una sorpresa porque no soy muy conocida y por lo general siempre gana el más conocido. En cuanto a resultados el deporte es muy medible y uno sabe que una medalla a nivel mundial está por sobre una medalla de Panamericano o incluso Juegos Panamericanos. Este año sí me merecía esto, sentía que me merecía un premio. Me gusta muchísimo que mis compañeros estén eligiendo por resultados y se estén dando el tiempo de averiguar, ver y elegir a la persona que más se lo merece.
¿Un aliciente tras un año duro?
Fue un año muy loco. En lo personal pensé que iba a ser el mejor año de mi vida, por los Juegos, las competencias que se venían, por el nivel que tenemos en este momento, y fue todo lo contrario. Estos reconocimientos, que vengan de mis compañeros, son un estímulo para todo lo que viene, una inyección de motivación y me hace saber que voy por buen camino y con el apoyo de todos ellos atrás.
¿Cómo resume el año?
De mucha incertidumbre, en lo personal de mucho aprendizaje, fue un desafío tremendo. Uno como deportista cree que puede manejar las situaciones desde alguna perspectiva, pero la pandemia nos manejó a todos, tuvimos que cambiar cosas. Me sirvió para aprender y seguir adelante, a pesar de las cosas que se presenten en el camino. Uno tiene que buscar la forma de salir airoso y fiel a las metas que uno se pone.
¿Cómo se ha preparado? ¿Ha logrado recuperar el tiempo de cara a los Juegos?
Gracias a Dios mi deporte es al aire libre. No paramos mucho y luego tuvimos el apoyo de la ministra, aunque el tiempo que estuvimos en las casas sí estuvimos un poquito abandonados. Pero la Seremi de Deportes de la Quinta Región me llevó un gimnasio completo a la casa. La preparación ha sido buena, vamos por buen camino. Lo principal que estamos tratando de fortalecer, que fue lo que se perdió durante la pandemia, es la motivación. Estamos trabajando en eso y tomándonos este año extra para mejorar las debilidades. Vamos bien, tuvimos una preparación en Colombia que terminó el miércoles, los resultados fueron buenos, el entrenador quedó muy contento y nosotros también como deportistas.
¿Surtió efecto su reclamo junto a Karen Roco?
Esa vez que hablamos con Karen sí o sí dio resultado, porque al día siguiente pagaron los botes, que estaban ahí sin poder usarse. Igual al día de hoy aún faltan cosas, uno como deportista a veces se desmotiva porque dices ‘pucha, uno clasificó hace más de un año, casi dos, y que no tengamos aún la implementación necesaria’. Ese reclamo ayudó para que al menos nos pagaran los botes que estaban tirados.
¿Las medallas que le dieron este reconocimiento reflejan su nivel en el mundo?
Sí. Venimos haciendo un súper buen trabajo desde el inicio desde el ciclo olímpico, el que abrimos con oro en los Juegos Bolivarianos. Después dos oros en los Sudamericanos, dos platas en Lima, las medallas de Copa del Mundo, las del Mundial. En el 5.000 es un buen inidicio, porque siendo velocista saqué oro en una distancia de fondo. Eso no es común para nada. Creo que en el mundo son contados con una los medallistas en distancia larga y que son velocistas.
Hace algunos meses dijo que en Tokio optaba a medalla, ¿lo sigue creyendo?
Sí, es así. Lo creo y voy a seguir creyéndolo porque estoy trabajando durísimo para eso. Los resultados hablan por sí solos: fui cuarta en la clasificación olímpica y todos saben que en un Mundial y en esa clasificación es durísimo el nivel, todos van a buscar esas plazas. Y haber quedado a milésimas del primer lugar ratifica mi nivel y mis posibilidades de medalla en los Juegos. Y este año quedé tercera, le gané a la que había quedado segunda el año pasado. Sigo pensando y soñando en eso que tanto anhelo, trabajando para ese resultado a pesar de todas las circunstancias, del poco apoyo. Sigo fiel a mi sueño.
¿La pandemia le hizo replantearse cosas?
Hasta hoy es un estrés. Digo que ojalá se acabe rápido esto. Más por el tema de las competencias, de que hay poquitas, que se cancelan, todo es incertidumbre. Me gusta planificarme e ir siguiendo pasos, y en la pandemia es todo incierto, nada es seguro. Casi como que hay que vivir el hoy. Eso me estresa, pero los objetivos siguen siendo los mismos. Y en mi vida personal también.
¿Pensó en tirar la esponja?
No, eso nunca ha sido una opción para mí. Tengo muy claras mis posibilidades. Tengo mucha hambre de ganar una medalla para Chile, muchas ganas de seguir haciendo historia. Fui la primera medalla en un campeonato mundial, las primeras dos en unos Panamericanos, la primera de oro en un Campeonato Mundial, la primera en una distancia olímpica en un Campeonato Mundial, y quiero seguir. Quiero traer una medalla olímpica para Chile, quiero demostrarle a la gente que es posible, que cuando uno sueña en grande y lucha y trabaja fielmente a ese sueño, se pueden cumplir las cosas.