Matías Dituro (35) iniciará este domingo, de manera oficial, su etapa como capitán de Universidad Católica. Ante Everton, en Viña del Mar, el arquero lucirá la misma jineta que utilizaba su amigo José Pedro Fuenzalida, quien llevó el brazalete durante años. De hecho, el mismo Chapa se la heredó.
¿Cómo se produce su nuevo rol de capitán de la UC?
Me lo comunican tanto el club como el cuerpo técnico, que en conjunto habían tomado la decisión de que el capitán la próxima temporada fuera yo. Me gustó la idea. Estaba preparado para asumir una responsabilidad así, sabiendo y entendiendo que hay una tradición en el club, pero que entendían que era momento de modificarla. Cuando me comunicaron la noticia estaba muy feliz. Tenía muchas ganas de asumir esta responsabilidad.
¿Conversó con Fuenzalida?
Sí. Con el Chapa venía conversando toda la temporada anterior, porque la idea del club no partió después de que él se fue, sino cuando comunicó que se iba. Desde ahí partió la idea de que el capitán fuera yo. Tuve mucho tiempo para conversar con el Chapa, más allá de que somos muy amigos y tenemos una relación de muchos años. Desde 2018, cuando llegué, que empecé a concentrar con él desde el primer día. Hasta el último día en que se fue seguimos teniendo la misma relación de amistad, tanto dentro como fuera de la cancha. Compartimos muchas cosas, así que ya estaba al tanto de como funcionaba la capitanía.
¿Será un capitán parecido al Chapa?
Me gustaba mucho su forma de liderar. Tengo una forma de liderazgo muy parecida a la del Chapa: más con el ejemplo, el día a día, el trabajo, la responsabilidad, el respeto a mis compañeros, a la camiseta y a lo que estoy haciendo. Esa es mi forma. Siento que es la forma que más llega a los compañeros, la que más trasciende. Antes había un mito, de que había que gritar, volverse locos, pelear con el árbitro y eso no tiene sentido. Es mucho más profundo llegar con el ejemplo, sobre todo, para los más jóvenes, para los chicos que recién están sumándose al plantel; que vean como trabajas, cómo eres profesional en todos los ámbitos, cómo cumples con todas las normas que tenemos dentro del club. Es la forma de liderar que más trasciende.
¿Su jineta es la misma del Chapa?
Sí. Con el Chapa, en el último partido ante Antofagasta, cuando clasificamos a la Sudamericana, nos dimos un abrazo. Después me fui a bañar y, cuando entro al baño, viene él y me dice: “Ya está, ahí la dejé en tu puesto, ahora te toca a ti”. Y me dejó la jineta ahí, en el puesto. Es la misma que llevé en los amistosos, aunque por temas de camiseta jugué con otra, pero para el primer partido oficial, con Everton, lo más probable es que use la misma que usó él.
¿Le pesó volver de España a una UC que estaba cerca del descenso?
Estábamos en un momento complicado. Tuve propuestas de la liga española, pero con el club entendimos, después de varias negociaciones, que lo mejor era quedarse. Era un momento difícil, teníamos que intentar meter al equipo en zona de copas internacionales y se logró. Fue una buena decisión y estoy contento con haberme quedado.
¿No sintió que era un retroceso?
No, porque Católica es un club increíble, que me ha brindado todo, que me ha dado la posibilidad no solo de jugar todos los partidos de la liga española, sino de tener un buen desempeño. Entonces, creía que estaba siendo justo con el momento y con lo que el club necesitaba. No creo que haya sido un retroceso, sino una decisión acertada.
¿Cómo fue taparle un penal al Balón de Oro, a Karim Benzema?
Increíble, porque en ese momento Benzema no había errado ningún penal todavía. Yo lo había estudiado muchísimo. En el penal del primer tiempo me cambia el palo, y cuando cobran el otro íbamos 1-1. A veces te toca atajar un penal contra un jugador así, pero vas perdiendo 4-0 y no tiene mayor relevancia; pero en ese momento estábamos jugando bien. Poder taparle el penal y sentir la explosión de la gente fue increíble. Hay atajadas que se festejan más que un gol. Se festejan como esos goles al último minuto que te dan un campeonato. Yo las veo así. Veo que la gente explota de esa manera porque son más espontáneas, porque pasan muy de vez en cuando. Y cuando sentí todo el estadio de esa manera fue algo increíble.
¿Cómo la de 2018 a Luis Pedro Figueroa que resultó clave en el título?
No me canso de ver ese video contra la Universidad de Concepción, porque cuando le pega Figueroa la gente se agarra la cabeza, pero cuando ven la mano y sale la pelota empiezan a abrazarse, a gritar y a cantar como si hubiese sido un gol al último minuto. Esas dos atajadas son las que más recuerdo.
¿Qué tal fue la pretemporada?
Muy buena. Jugar partidos amistosos internacionales y competir contra equipos de ese nivel e intensidad nos vino muy bien. Estoy contento porque se conformó el plantel y la mayoría de los refuerzos llegó al principio. Eso hizo que el grupo se fuera armando y haciendo fuerte.
¿Se reforzaron bien este año?
Sí, pero no está cerrado. Necesitamos ciertos jugadores en algunos puestos para poder darle cierre el plantel, pero ha sido un mercado de pases con refuerzos de mucha calidad y trayectoria que nos van a aportar muchísimo.
¿Qué se siente tener dos laterales como Isla y Mena, además de centrales tan experimentados como Kagelmacher, Ampuero y Burdisso?
Y también Dani González, que tiene mucha proyección. Está en una etapa en que si él sabe entender las situaciones que le toca vivir, crecerá muchísimo. Me da una alegría enorme y mucha seguridad tener a esos defensas. Gary desde que llegó se ha ganado el puesto. Branco hace muchos años que viene haciendo las cosas bien y está en un momento extraordinario de forma. Guille viene a aportar lo suyo. Mauricio y Eugenio son dos laterales de selección. Al verlos entrenar te das cuenta que tienen una mentalidad muy fuerte, son competitivos, físicamente los dos están muy bien.
¿Son los favoritos?
No sé. Queremos volver a ser confiables, protagonistas del torneo, fuertes, que desde adentro podamos transmitirle a la gente muchas cosas para que se sienta identificada. Consiguiendo eso pelearemos arriba. No me considero favorito, nunca lo hice.
El 2022 no se puede repetir...
Sí, no nos gusta, pero también hay que entender que es imposible ganar todos los años. Hay momentos de transición y quizás el año pasado lo fue. Así y todo, clasificamos a una copa internacional. Haciendo el balance, si ese fue el precio que hay que pagar por un año de transición, no fue tan malo. Por eso este año esperamos volver a ser protagonistas. El club, Ariel y nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo para eso, con mucha convicción.
¿Le complica que la UC varíe entre línea de tres y cuatro en la defensa?
No. Como equipo, para dar un salto de calidad, tenemos que saber entender los momentos, saber que habrá momentos en que hay que jugar con línea de tres y otros con línea de cuatro. Hemos trabajado diferentes alineaciones, pero siempre con la misma idea. Nuestro sistema de juego se basa en la tenencia de balón, que ojalá pueda convertirse en la mayor cantidad de situaciones de gol posibles. Y que esa tenencia lastime y desgaste al rival, que nos haga ser un equipo protagonista.
¿Era una necesidad cambiar el 4-3-3? ¿Les tomaron la mano?
No creo. Va mucho por las características de los jugadores que tengas. Veo jugar a equipos con modelos prácticamente siempre de la misma manera y siguen lastimando, siendo protagonistas y ganando cosas. Siento que dentro de las variantes que hay en un partido, tener más posibilidades nos hará ser un equipo menos predecible.
¿Cuánto falta para la nacionalización?
No podría decirlo exactamente, porque al final cada trámite es personal, pero sí estoy dentro de los seis meses desde que inicié el trámite. Creemos que estamos bastante avanzados y que en cualquier momento tendré la nacionalidad.
¿Tenía residencia cuando se fue al Celta?
Sí. Antes de irme a España ya tenía la residencia definitiva y nunca me fui más de un año del país. Lo máximo que me fui fueron 11 meses, así que estaba dentro de los plazos.
¿Se siente chileno o se nacionaliza por el tema de los cupos de extranjeros?
No, tengo dos hijos chilenos. Imagínate que llevo viviendo en el país más de seis años. Mi cantidad de amigos dentro del país, del fútbol y fuera del fútbol, es mucha. Claro que me siento uno más de este país. Me han recibido increíblemente. Me demuestran muchísimo cariño, como en ningún otro lugar, así que como no voy a sentirme de esta manera.
Con la nacionalización, ¿puede ser una opción para la selección chilena?
No sé. Lo podría contestar teniendo la carta de nacionalización y viendo como sigue todo.
Pero, ¿le gustaría tener esa posibilidad? ¿Se siente preparado?
Esperemos que llegue la carta de nacionalización, que esté todo bien, que se pueda completar y después de eso podría contestar esa pregunta.
¿Conversó con Sebastián Pérez? ¿Cómo llevó esa competencia con el Zanahoria?
Normal, como cualquier competencia que llevo con cualquier compañero en cualquier equipo. Yo llegué acá para jugar. Después, el entrenador decidía quien jugaba. Mi relación con Seba era como la que tengo con cualquier otro compañero. Seba es un gran arquero y se merece jugar. Él buscó su camino para poder hacerlo y le deseo lo mejor.
¿Le gustaría retirarse en la UC?
Sí, me gustaría mucho poder retirarme en este club, pero no pienso todavía en el retiro, porque creo que voy a jugar siete años más, por lo menos. Si Dios y las lesiones me lo permiten, ese es mi objetivo. Hoy, con todos los cuidados que hay, con la alimentación, descanso y preparación, la carrera del futbolista se puede extender mucho, y más la de los arqueros, que siempre tenemos un paso un poquito más largo. Ese es mi objetivo. Obviamente si antes me doy cuenta que ya no estoy para seguir, daré un paso al costado.
¿Cómo se ha reconstruido el camarín sin el Chapa, Lanaro ni Aued?
Muy bien. No solo se fueron Luciano, Germán, el Chapa y Diego (Buonanotte), que son referentes, sino que muchos compañeros en estos dos mercados, creo que más de 20. Han llegado otros pocos, pero que se han adaptado muy rápido al grupo. Creo que hoy tenemos un grupo muy sano, muy amable, intentamos recibir al compañero que llegue y acogerlo lo más rápido posible para que se sienta cómodo y querido. Y después el grupo va solo, porque es un grupo tranquilo, sano, que tiene muchas ganas de conseguir cosas, así que lo veo muy bien.
Clemente Montes está a una firma de ir al Celta, donde usted estuvo. ¿Conversó con él?
Sí, conversé con él.
¿Qué le dijo?
Que el Celta es un club extraordinario, muy ordenado, con unas instalaciones de primer nivel y una ciudad maravillosa para vivir; que, si tenía la posibilidad de ir al Celta, al primer equipo, era un gran paso; y que, si tiene la posibilidad de ir a la filial, como creo que es la que él tiene, ya era decisión de él, pero que el filial también entrenaba donde entrena el primer equipo y que la ciudad no cambia. Obviamente, hay una gran diferencia entre jugar en la filial y jugar en el primer equipo, uno está en tercera división y el otro en Primera. Eso sí, el Celta es un club que se caracteriza por subir muchos chicos, por apostar mucho a la cantera. Le dije que le deseaba lo mejor y que la decisión que tome me iba a poner contento, porque si se queda es muy importante para nosotros y si se va me iba a poner contento porque era lo que él quería, y poder decidir lo que uno quiere no siempre se puede.
¿Generaron incomodidad las indirectas de Felipe Gutiérrez contra Ariel Holan?
No vi los mensajes de Pipe. Sé que es un chico muy querido en el vestuario, pero también tengo entendido que su salida con el club fue de mutuo acuerdo y en buenos términos. Ha conversado con el entrenador y a las dos partes le han quedado las cosas claras.
¿Cómo ve la cantera para este año?
Muy bien. El Mono Aravena ha tenido una gran temporada anterior. Ha crecido y esa competencia le ha venido muy bien. Ha madurado. Estoy seguro que va a ser un gran aporte para nosotros este año. A Gonzalo le pasa un poco lo mismo, pero le ha tocado madurar dentro del club, quizás jugando menos minutos, pero intentando siempre buscar su lugar. A los chicos que están subiendo con nosotros todavía les falta ese proceso de maduración, pero ya van creciendo.
¿Incomoda jugar fuera de San Carlos?
Para nosotros el terreno de juego es fundamental, por el estilo de fútbol que queremos practicar y por la idea de juego que el cuerpo técnico tiene y que nosotros tratamos de desarrollar. Ese aspecto para nosotros es primordial. Nos genera un poco de incomodidad. San Carlos se extraña muchísimo, era nuestra fortaleza, nuestro lugar, donde nos hacíamos fuertes. Nos sentíamos muy cómodos, porque la gente llenaba, con un ambiente espectacular, familiar, con nuestras familias en las tribunas, donde se sentían muy cómodas. Obviamente no tenerlo genera un poquito de incomodidad, pero sabemos que es por una buena causa, es para estar mejor, porque el club está dando un paso adelante, está creciendo. Va a tener un de los estadio de los más modernos de Sudamérica, con comodidad y capacidad para más personas, que es lo que nos estaba faltando para ciertos partidos, porque había gente que se quedaba fuera.