Era un simple amistoso más. Ajax visitaba a Werder Bremen, en Austria, el sábado 8 de julio de 2017, en plena pretemporada de ambos clubes. Sin embargo, el partido le cambiaría la vida a uno de los jugadores del elenco holandés, el joven mediocampista Abdelhak Nouri.
En pleno desarrollo del encuentro, el futbolista sufrió una arritmia cardíaca y se desplomó. Entró en un coma profundo. El asunto era más grave de lo esperado, ya que el propio conjunto de Ámsterdam informaba posteriormente que el padecimiento del volante había derivado en “lesiones cerebrales graves y permanentes".
Ahora, dos años y nueve meses después, Nouri abrió los ojos, según reveló su familia en un programa de televisión. “Está despierto. Come, estornuda... En un día bueno puede comunicarse mediante movimientos de cejas, sonrisas. Sigue dependiendo del todo de nosotros. No se levanta de la cama, pero puede sentarse en una silla de ruedas y es una alegría volver a tenerlo entre nosotros”, reveló Abderrahim, hermano del futbolista de 22 años.
“Esto ha sido una terrible experiencia. Tenemos que cuidarlo lo mejor que podamos. Pero todavía depende mucho de nosotros”, expresó su padre Mohammed.
Hace un año, la familia revelaba que Nouri, de nacionalidad holandesa, mostraba signos de mejoría luego de su accidente.
Por ahora, el club tulipán no se ha referido a la salud de su jugador, al que le rindió un emotivo homenaje en agosto de 2017, en el estadio Ámsterdam Arena.