Colo Colo lo pasa mal en Brasil. Cae 2-0 ante Atlético Paranaense, promediado el segundo tiempo. El panorama se veía mal desde el principio, ya que a los 4′ perdió a uno de sus hombres más valiosos en el ataque: Pablo Mouche.
En un pique por la banda izquierda, a la altura del centro del campo, el argentino se llevó una mano a la parte posterior del muslo derecho. Mientras cojeaba, de inmediato miró a la banca y pidió el cambio. En su reemplazo ingresó Leonardo Valencia.
El técnico Gualberto Jara no lo podía creer. Una nueva lesión afectaba a su plantel. Tal vez influyó la cancha sintética del Arena da Baixada. Lo concreto, es que el Cacique está pagando muy caro los meses sin entrenamientos, producto de la decisión de Blanco y Negro de aplicarle la Ley de Protección del Empleo a sus jugadores.
Si el escenario ya era malo, lo fue aún más a los 57′, cuando el lateral Óscar Opazo tuvo que ser sustituido por molestias físicas, tras disputar la pelota por el carril derecho de la defensa del Cacique. Pese a que el kinesiólogo Wilson Ferrada atendió al defensa dentro el campo, este no pudo seguir y abandonó la cancha mientras se tocaba la zona de la ingle, con evidentes muestras de dolor.
El hospital de Colo Colo ya tenía entre sus víctimas a Matías Zaldivia, Esteban Paredes y Julio Barroso. Ahora engrosará su lista de pacientes con el ex Boca Juniors y el ex Santiago Wanderers. Iván Morales también está de baja, aunque su lesión se produjo antes de la pandemia. Panorama muy oscuro para los albos.