Otra agonía de Arias

ARIAS

El técnico de la U enfrentó su primer Superclásico en un clima de máxima tensión. No se sentó durante los 90'.



El grito al cielo de Alfredo Arias resumió en parte el desahogo que esperaba hace más de una semana. Levantó los brazos, miró a la tribuna y se olvidó por un momento de todos los conflictos que lo tienen fuera del club. No abrazó a nadie. Tampoco se le acercaron sus jugadores para darle una señal de respaldo, como sí lo han hecho en anteriores oportunidades, como por ejemplo con Guillermo Hoyos. Todas las miradas buscaron a Leandro Benegas, quien recientemente abría la cuenta.

Arias vivió un duelo especial. Se le notaba nervioso, pese a que llegó al Nacional regalando sonrisas, y de muy buen humor. Su tensión se acrecentó tras haberse enfrentado públicamente con Johnny Herrera, luego de marginarlo de la citación ("No voy a hablar más del tema de Herrera", declaró tras el partido). Quizás para evitarle un mal rato, los altoparlantes saltaron su nombre al momento de presentar la formación de ambos equipos.

El uruguayo no se sentó en los 90'. Parado, con las manos atrás, o en ocasiones moviendo los brazos pidiéndole a su equipo que no retrocediera. Echeverría fue uno de los que más comentarios recibió durante el encuentro. También Matías Rodríguez. Muchas veces sus instrucciones no eran escuchadas. Vittor, desde la banca, lo llamó en una oportunidad para entregarle un comentario que se encargó rápidamente de distribuirlo a sus jugadores.

Durante la segunda parte, Arias sufrió con la embestida de Colo Colo. Pidió a sus jugadores que no se replegaran. Su mensaje no fue escuchado. Cuando la expulsión de Henríquez no fue él el que recolocó a los jugadores. Fue Beausejour el que juntó al grupo en un círculo y dio instrucciones.

Una vez finalizado el duelo, Arias se retiró rápidamente a camarines. A la distancia, mientras caminaba, aplaudió a sus dirigidos.

Y en conferencia de prensa, lamentó la igualdad: "Estoy caliente y amargado porque creo que pudimos asegurar el resultado en algunas jugadas que tuvimos. No pudimos concretar situaciones y después nos cuesta eso". E insistió en que no piensa en renunciar: "Mis decisiones son de poner o sacar jugadores. De poner y sacar entrenadores, todavía no. Eso es de otros. Yo tengo un contrato, un sueño y una ilusión".

En los pasillos del Nacional, en tanto, Rodrigo Goldberg, director ejecutivo deportivo, descartó un despido inminente. Pero tampoco la pospuso demasiado. "Todos los partidos son importantes, hoy sumamos. La actitud fue extraordinaria y me hace sentir esperanza. La evaluación de Arias se hará una vez terminado el semestre". Arias está sentenciado.

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