La elección de la ANFP tuvo de todo. Discursos, reclamos y controversias; también amenazas. Pablo Milad se impuso por 25 votos a 23 frente a Lorenzo Antillo. Sin embargo, el resultado pasó a un segundo plano, debido a las acusaciones de vicio por parte del bloque derrotado.
La cita estaba programada para las 11 horas, pero comenzó 15 minutos después. Uno de los últimos en conectarse fue Sebastián Moreno, timonel saliente. El abogado preparó un discurso agresivo contra los dirigentes que, según él, propiciaron su caída: “Debo agradecer la seriedad de todas las personas que decidieron trabajar en conjunto y que, pese a las diferencias, no quisieron desestabilizar esta institución”.
Luego de que la empresa Evoting explicara el procedimiento de votación (supervisado por la notaria Ana Luisa Birkner), los presidentes comenzaron a enviar sus preferencias. Las quejas empezaron enseguida. Primero, porque el sistema no dejaba sufragar a varios. Luego, porque había consejeros que no estaban solos. “Vemos que hay gente acompañada. El voto es secreto. Se están infringiendo los estatutos”, reclamó Victoriano Cerda, vicepresidente de Huachipato.
Las miradas apuntaban a Cristian Aubert, presidente de Azul Azul, quien estaba con otras personas al momento de votar. Una de ellas hasta le tomó una foto a su pantalla con un celular. Uno de los individuos era un notario, llevado voluntariamente por el timonel de la U, para despejar las sospechas que generaba su cercanía con Antillo, pues tenía la orden de votar por Milad. Esta versión fue ratificada desde el club laico. Aubert le escribió en la mañana al timonel electo para garantizar el voto.
El otro cuestionado fue Juan Silva, gerente de Cobresal, quien también parecía estar con alguien. Patrick Kiblisky, presidente de Ñublense, pidió formalmente que los votos de quienes estuvieran acompañados quedaran nulos.
El asunto fue peor cuando algunos presidentes se enteraron de que el Consejo era transmitido en vivo por YouTube, por el canal de la empresa Evoting. “Es una pena que esta votación se haya transmitido para todo el mundo, cuando las elecciones son secretas. Esto es un papelón. Una vergüenza”, advirtió, molesto, Antillo.
Finalizada la votación, la comisión electoral compuesta por el secretario ejecutivo Matías Rivadeneira, Leonardo Zúñiga, Rafael González y la notaria, resolvió que no era la instancia para determinar si los comicios eran válidos o no. Ahí se informó que Milad había ganado con 25 votos. Antillo obtuvo 23. Temuco se abstuvo.
Si bien Puerto Montt anunció en la mañana que votaría por Milad, trascendió que finalmente su presidente, Germán Mayorga, lo hizo por el itálico. Esto desató la molestia de Aníbal Mosa, timonel de Colo Colo, que tenía la misión de asegurar el voto sureño.
“Nos reservamos el derecho de recurrir al tribunal electoral”, dijo Eduardo Olivares, gerente de San Felipe. Anoche, varios clubes afines al candidato perdedor estaban reunidos con abogados para evaluar una impugnación. “Hoy fuimos testigos y pudimos observar prácticas gansteriles que se habla mucho de que existen en el fútbol, pero que, a mí nunca me había tocado presenciar”, expresó Victoriano Cerda.
En la ANFP no se tomaron de manera agradable esta opción. Afirman que solo la U y Cobresal arriesgarían ser denunciados, pero que en ningún caso corresponde anular los comicios. Similar postura tiene Jorge Fistonic. “Cuando hay elecciones presidenciales mucha gente publica sus votos y nunca se ha anulado una elección. Pueden sancionar a la persona que mostró el voto, pero por ningún lado eso cambia el resultado”, dijo el vicepresidente de Iquique, quien tildó de “lamentable” la voltereta de última hora de Puerto Montt.