Palestino se queda sin fiesta

Leandro Benegas

El equipo de Basay queda al margen de la fase de grupos tras el 2-1 en Asunción y deja de percibir US$ 3 millones. Dos groseros errores (Felipe y Benítez) atentan contra los árabes, que sin hacer un mal partido caen 3-1 en el global.



Palestino se quedó sin Copa Libertadores. Dos errores, uno que permitió un tanto y el otro que lo dejó con un jugador menos, atentaron en contra de un equipo chileno que perdió 2-1 en Asunción pero que, de todas formas, vendió cara su eliminación en la Fase 3 a manos de Guaraní de Paraguay.

El elenco nacional se plantó con toda la personalidad del mundo en el Rogelio Livieres de Asunción. Sin miedo, dueño de la pelota y apostando a la elaboración paciente, Palestino hacía pasar susto el equipo local, que, tal como en Santiago, paró cinco defensores, jugando a la contra, intentando aprovechar los espacios que dejaban los árabes debido al ímpetu de convertir un gol.

El primer tiempo fue parejo en cuanto a llegadas. Por eso el empate sin goles era justo. Sin embargo, Benegas, que se había perdido un tanto increíble a los 43’, dijo lo contrario en el último suspiro antes del descanso. El Toro finalizó una preciosa jugada colectiva del cuadro de colonia: la tocaron Cortés, Benítez y Díaz antes de que solo tuviera que poner firme el pie para mandarla al fondo de la red.

Mención aparte para Luis Jiménez, a quien mientras le duró el físico (venía recuperándose de un desgarro), marcó diferencias, sobre todo en la primera etapa. El Mago quiso estar y justificó su presencia, a pesar de no haber podido terminar el partido.

El gol del visitante suponía un duro golpe para los paraguayos, pero Sergio Felipe se equivocó gravemente en dos ocasiones apenas iniciado el complemento y en la misma jugada: a los 49’ despejó hacia su mismo arco y en el afán de arreglar el yerro, se la intentó pasar a su arquero y la dejó corta. Bobadilla, con quien mantuvo un áspero duelo en toda la jornada, no perdonó y puso el 1-1.

Para los tricolores fue baldazo de agua fría. Porque hasta ahí había controlado bien a Guaraní y, cuando no, la suerte estuvo de su lado. Estando grogui el local pudo ampliar el marcador, pero el palo salvó a Palestino.

El cuadro árabe hacía los méritos futbolísticos, pero otra vez cayó en un grave error:Benítez se fue expulsado tontamente por doble amarilla (la segunda por adelantarse en un tiro libre lejos de su arco). Los de Basay, de ahí en más, tuvieron que cambiar el libreto, pasando a gastar menos toques en la elaboración de jugadas de peligro, las que, por cierto, existieron.

Sin embargo, la impericia siempre estuvo del lado de los chilenos en el complemento. Y Guaraní, que defendía con dientes y muelas el 1-1 a pesar de estar con un hombre de más, no cambió la táctica:contragolpear solo cuando fuese posible. Así, de hecho, llegaron al 2-1 a los 83’, cuando Redes consiguió el tanto que depositó a su escuadra en el grupo B de la Copa. Al fin y al cabo, los locales ganaron en Asunción y en Santiago y dejaron a Palestino sin Copa y sin US$ 3 millones, el premio por pasar de fase. b


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