Cristian Paulucci lo venía pasando muy mal. Y lo reconoció en la conferencia de prensa, tras el revitalizador triunfo de Universidad Católica sobre la U, en la edición 194 del clásico universitario, que se disputó en el estadio San Carlos de Apoquindo. La gran novedad fue que el tetracampeón presentó un nuevo esquema, un 3-4-1-2, y no el 4-3-3 habitual, apuesta que le dio resultados al técnico argentino.
“Nunca nos desesperamos. Pasamos un mes que no estábamos acostumbrados a pasar. El presidente, el gerente deportivo y el club lo dijeron: ellos siguieron confiando en el trabajo serio que hacen los futbolistas y el cuerpo técnico. Estábamos preocupados, obvio que sí, pero sabíamos que con trabajo y humildad íbamos a sacar adelante esta situación. Las rachas negativas te hacen aprender y hoy aprendimos otra forma de jugar, tan válida como la que nos llevó al tetracampeonato”, reflexionó el entrenador de los cruzados.
“No es fácil cambiar de esquema de un día para otro. Este equipo viene acostumbrado al 4-3-3 y ha logrado muchas cosas con ese sistema. Después de la derrota ante Cobresal empezamos a trabajar con Nacho Saavedra incorporándose entre los centrales. Hoy lo hicimos muy bien. En el primer tiempo fuimos muy superiores y en el segundo tiempo quisimos jugar de contra. Ellos tuvieron sus posibilidades, pero nosotros también”, agregó.
Paulucci destacó la labor de sus pupilos, que supieron romper una mala racha de cuatro derrotas consecutivas al vencer esta tarde a los azules, en la precordillera, con goles de Gonzalo Tapia y Fernando Zampedri, en el primer tiempo. “El entrenador de ellos me dijo que fuimos un justo ganador”, reveló el Flaco sobre su conversación final con Santiago Escobar, DT de la U.
Sin embargo, no se fue satisfecho con el arbitraje de Felipe González, quien dejó pasar una agresión de Yonathan Andía contra Zampedri, que pudo ser tarjeta roja, pero que ni siquiera fue amonestación. Mientras que el juez solo amonestó a Ignacio Tapia por una patada directa en el rostro de Juan Leiva, que lo dejó con la nariz muy maltrecha. El VAR ni siquiera llamó.
Al respecto, Paulucci dijo lo siguiente: “Juan Leiva jugó un gran partido. Lo felicité, porque además tuvo un golpe que fue para roja. Es increíble que no le hayan sacado roja en esa jugada al que le pegó una patada. No sé si le fracturó la nariz o qué pasó, pero tenía la nariz súper hinchada. Parece que para nosotros no existe la tarjeta roja”, reclamó, ofuscado.
No es primera vez que el adiestrador se lanza contra los jueces. Ya lo hizo después de la derrota ante Palestino, en La Cisterna, cuando criticó duramente a Fernando Véjar y a la asistente Loreto Toloza, por su desempeño en aquel compromiso.
Mientras que Leiva, que terminó jugando con la nariz roja e inflamada, valoró el triunfo por sobre su propia integridad. “No me importa mi nariz. Necesitábamos ganar para salir de esta mala racha y se logró”, sostuvo el volante, una de las figuras del triunfo cruzado en el clásico universitario.