Por un Estado que acoja y no solo escoja... también en el deporte

Es inherente en el deporte el que siempre se elija a los mejores para competir y así obtener buenos resultados. Es parte de lo relevante, y a la vez difícil, del trabajo de los técnicos, preparadores físicos, médicos, directivos, y muchas veces de los hinchas, del entorno y la presión existente. Sobre lo anterior, claramente no he descubierto la pólvora. Incluso es sabido que, en países con mayor cantidad de alternativas disponibles, mejores son los resultados para destacar a nivel sudamericano, panamericano e internacional.

Sin embargo, los mejores disponibles no siempre son los de mayor potencial. Existe un problema de base para esta selección, donde los que pueden llegar a altos niveles muchas veces lo logran porque sus capacidades deportivas van acompañadas de ciertas condiciones socioeconómicas, familiares o de soporte de terceros, más conocidos como “mecenas”. Este asunto produce un alto estrés en los deportistas, nerviosos de si podrán alcanzar el nivel que les permite su capacidad y talento, y un severo dolor de cabeza en los directivos para poder ampliar la cantidad de deportistas que puedan llegar a niveles altos, por un tema de recursos y priorización.

Desde mi perspectiva esto tiene dos problemas, uno Estatal, ya que solo se puede apoyar a quienes se escoge y le (nos) cuesta mucho buscar acoger más talentos. Pero además se produce un problema de “justicia deportiva”, donde los que ya han dado todo y han logrado incluso superar barreras con recursos propios, compitiendo en altos niveles, alcanzando triunfos para el país, cuando terminan su etapa competitiva se les deja solos, olvidados, sin un mecanismo que los ayude a tomar un nuevo camino en plena edad productiva.

Frente a todo esto, el nuevo Presidente electo y su equipo tienen un nuevo gran desafío, el que quiero pensar está inserto en el potente mensaje que han transmitido: el de trabajar para que tengamos un Estado que acoja. Es momento que esto también se lleve al deporte y que de una vez aprendamos que solo luego de acoger podremos hacer justicia a la hora de escoger.

Si hoy vibramos con el deporte hasta la madrugada viendo las performances de muchos exponentes; si nos apasiona y nos moviliza el partido de nuestro club favorito; vibramos con las selecciones chilenas, femeninas y masculinas, en diversas disciplinas, estamos ad portas de unos juegos Panamericano, por qué no modificar el modelo tradicional hacia uno inclusivo que acoja a los deportistas incluso post etapa deportiva y logre así resultados que sean integrales.

*Max Cano Croce, Fundador Mentor Sport.