“Después de ocho años es suficiente”. Era agosto de 2015 y Cristián Aubert había dejado hace muy poco la gerencia de la U. De esa forma, el ingeniero comercial cerraba las puertas por fuera. “No es un tema de volver a no volver”, agregaría. Sin embargo, cinco años después, la realidad es diametralmente opuesta.
Todo comenzó a cambiar en abril de este año, cuando, telefoneado por Carlos Heller, el aún máximo accionista de Azul Azul, Aubert aceptó volver a la tienda laica como director, en reemplazo de Jorge Burgos. Dicen desde el directorio que en las pocas reuniones de directorio que alcanzaron a realizarse siempre fue el contrapeso de Navarrete, algo que fue motivo de discusión.
Apenas tres meses después, la puerta que en 2015 cerró, se abrió totalmente: ahora asumirá como el nuevo timonel del Chuncho en reemplazo del saliente José Luis Navarrete. La tarde de este jueves Azul Azul envió el hecho esencial a la Comisión para el Mercado Financiero.
De decir ya no más, el dirigente ascenderá a un cargo que muchos le adjudicaban desde que regresó. Algo que estaba programado sin fecha concreta. Y al que se supone accedería en abril pasado, pero la pandemia retrasó el relevo. Como sea, desde su vuelta ya caminaba por los pasillos del CDA con amplios poderes y capacidad resolutiva.
El movimiento no afecta sin embargo solo a los azules. En el ambiente ANFP, que celebra elecciones el jueves que viene, también está siendo comentado el relevo. Aubert participaba originalmente del grupo de WhatsApp de la rebelión (Por el Futuro del Fútbol), donde se fraguó el golpe a Sebastián Moreno y la posterior candidatura de Lorenzo Antillo a la sucesión. Aubert tuvo que abandonar el bando el 8 de marzo por petición expresa de su club, que apoya a la otra candidatura, la de Pablo Milad.
Muchos dicen que la asunción de Aubert solo será un cambio de cargo en la U, porque el rol ya lo cumplía y la misión seguirá siendo intentar repetir su exitoso paso como gerente entre 2007 y 2015, cuando fue parte importante de las mejores campañas deportivas azules de los últimos tiempos, trabajando bajo las presidencias de Valdés, Yurazseck y Heller.
Él fue el encargado de implementar y diseñar el proyecto del Centro Deportivo Azul y abrir a la concesionaria a la bolsa. Quizás si su gran espina es haber sido parte del anuncio con bombos y platillos del estadio propio, algo que hasta hoy no se puede concretar.
El nuevo desafío de Aubert llega en un momento de incertidumbre en la tienda estudiantil. Aquejados hace ya largo rato por problemas económicos, una de sus tareas será alcanzar nuevamente la salud financiera que tuvo la U en el pasado y de la que hoy está lejos de gozar.
Con él, además, se abren otras puertas que Navarrete ya había cerrado: ¿será factible un retorno de Johnny Herrera al club? Algunos dicen que sí.
Y algunos puestos, como los de los directores deportivos Goldberg y Vargas, dicen desde el círculo de Aubert, serán analizados.