Nueva oportunidad, nuevo Superclásico y otra vez que la U se va sin el premio que anhela hace ya siete años: vencer a Colo Colo, su karma. Ya son 14 duelos sin que los azules puedan derrotar al archirrival, lo que se traduce en siete años entre Torneos Nacionales y Copa Chile. Hubo alguna victoria por penales, pero en cancha, donde más gusta, se ha transformado en una misión a esta altura imposible.

Pero, ¿qué le ocurre al chuncho? ¿Padece un complejo? ¿Es temor? ¿Hay explicaciones lógicas al fenómeno? Distintos profesionales en materia de psicología deportiva intentan encontrar motivos.

Para Rodrigo Cauas, ex jefe del área psicológica de las menores de la U, además de psicólogo de Palestino y O’Higgins, entre otros, asegura de entrada: “Lo primero que tenemos que tener claro es que nuestro cerebro es sumamente negativo. La única preocupación que tiene es ayudarnos a sobrevivir. Se fija más en lo negativo, es miedoso y autoboicoteador”.

“Si estoy pensando en todos los años que no le hemos ganado a Colo Colo y empiezo a recordar los clásicos y las fatalidades que hemos tenido, es un refuerzo que le estamos dando a la cabeza, diciéndole que en realidad todo esto ha pasado y por qué ahora deberíamos de cambiar”, añade.

En ese sentido, el especialista dice que el cerebro “constantemente está tratando de que no generemos cambios, sobre todo los inmediatos, y permanecer en la zona de confort. El cerebro no le está diciendo al jugador ‘oye, ahora sí vamos a cambiar’, no, le está diciendo ‘oye, va a pasar exactamente lo mismo’”.

Así las cosas, el certificado como especialista en coaching deportivo es tajante: “El cerebro, inicialmente, está predispuesto a no ayudarnos en este cambio”. De todas formas, señala que la neurociencia ha comprobado que el pensamiento y las emociones pueden modificar eso.

En tanto, para Romina Sepúlveda, psicóloga deportiva del Comité Olímpico de Chile, hay una situación clara y es que en la práctica del deporte la cabeza siempre será un factor determinante, aunque, dice, no es el único: “Hay una triada en conjunto con el factor físico y el técnico-táctico”. Cuando esos tres logran estar alineados es cuando se logra cumplir los desafíos, asevera.

“En este desafío de ganar un Superclásico efectivamente hay un factor psicológico que es importante: el manejo de la ansiedad. El manejo de esta construcción de realidad que hace el futbolista frente a la historia, a la estadística, que hace siete años que le gana, la tensión de si juega Paredes y que siempre le hace un gol a la U o incluso esto tan arraigado en el fútbol; la maldición, la mufa, y todo lo que implica ganarle a tu archirrival, hace que el factor psicológico sea importante”, se extiende Sepúlveda.

En ese sentido, incluso rememora a la U de Sampaoli para ahondar en su punto: “Uno se podría ir años atrás y decir cómo era posible que esa U que ganaba y disputaba campeonatos internacionales, no le ganaba a Colo Colo en su casa”.

De todas formas, aunque advierte que para frenar “la construcción de realidades de hinchas y jugadores de que a Colo Colo como que no se le puede ganar” debe haber un trabajo individual, pero sobre todo grupal, dice que en el caso de la U de Caputto “decir que todo es psicológico no es adecuado. También hay que analizar lo técnico y lo físico”.

María José Martínez, psicóloga clínica y deportiva, ex de Colo Colo, advierte que no puede hablar explícitamente del caso de la U por no conocer el detalle interno, pero sí entrega su visión general sobre la psicología en el deporte.

“Los seres humanos generamos relatos de nuestras experiencias de vida y estas generan creencias que influyen en cómo interpretamos y reaccionamos ante las experiencias vitales y en este caso deportivas. No siempre las cosas resultan como queremos, aun cuando nos preparemos deportivamente”, dice.

Acude, de hecho, a la teoría: “Cuando una persona se enfrenta a este tipo de situaciones de forma repetitiva corre el riesgo de caer en lo que Martin Seligman denomina como ‘indefensión aprendida’, que es un estado mental donde la persona se siente incapaz de manejar y ejercer algún tipo de impacto sobre la situación que está viviendo, lo que afecta indirectamente la actitud y de alguna manera aparecen pensamientos o sensaciones en los que crees que te irá mal, hagas lo que hagas”.

Según Martínez, esto muchas veces lleva a los deportistas a creer que los fracasos han sido por factores ajenos a su persona, lo que refuerzan con un patrón de “no afrontamiento, evasión, huida, bloqueo o paralización”, dice. “Y ahí aparece lo que describíamos, donde la historia que me cuento tiene una atribución interna negativa y estable, ya que existe un mensaje de culpa y/o incompetencia del tipo ‘no podremos ganarles nunca o yo no sirvo par esto’”.

¿En qué se traduce esto? La psicóloga expone que esto se convierte en una creencia limitante que afecta seriamente a la motivación, autoestima y bloquea el desarrollo deportivo. Y que desde la mirada externa, las creencias que tienen otros sobre los deportistas influyen directamente en el rendimiento de ellos, lo que se conoce como ‘profecía autocumplida’. “De manera consciente o inconsciente, lo que nuestro entorno espera de nosotros nos afecta y da lugar a que se desencadenen un conjunto de acciones que acaban por confirmar sus expectativas”, explica.