Una turba de fanáticos de la selección de Colombia ingresó al estadio, sin poseer entradas, y desataron el caos en el Hard Rock Stadium. Esto provocó enfrentamientos entre hinchas y los efectivos de seguridad. En su afán por entrar a toda costa a presenciar la final, muchos forofos superaron las vallas e incluso rompieron parte del inmueble. Así iniciaba la secuencia de la jornada más bochornosa de la polémica Copa América de Estados Unidos. Más cuando a casi dos años está la realización del Mundial 2026. Sin embargo, cabe recalcar, que el certamen fue organizado por la Conmebol. Más allá de eso, no deja de preocupar el estado de las canchas y las serias falencias organizativas que fueron apuntadas por diferentes actores del certamen.
En la antesala de la final, Lionel Scaloni, entrenador de Argentina, había hecho un llamado a la calma. “Como tengo micrófono tengo la suerte de decirlo, somos los encargados de transmitir esto. Es algo básico. Las imágenes de la semifinal parecen de hace 50 años y fue el otro día. Lanzo este mensaje que me parece que debe ser bien recibido”, señalaba.
“Espero que esta vez no pase, sinceramente, ojalá sea una fiesta. Lo deseo con mi corazón. Estarán nuestras familias y amigos, no podemos estar pensando en que puede pasar algo”, explicaba.
Este domingo, en las horas previas, llegó a haber detenidos en la estampida de fanáticos. Los primeros incidentes ocurrieron en la entrada sudoeste del recinto de Miami. Producto del caos, las puertas se cerraron por aproximadamente 45 minutos, generando la rabia de quienes querían ingresar y si contaban con su boleto.
Cuando la paz parecía volver, se abrieron los portones. Sin embargo, tras algunos instantes, nuevamente algunos individuos treparon las rejas. Los incidentes retrasaron la final de la Copa América de las 20 horas a las 20:30. Luego se volvió a postergar, para las 20:45. Después se dijo que a las 21 horas... Finalmente, la definición comenzó pasadas las 21:20.
La voz oficial
Los dueños del recinto de Miami pidieron la expulsión de quienes ingresaron sin boletos. “Miles de fanáticos sin boletos intentaron ingresar por la fuerza al estadio, poniendo en riesgo extremo a otros fanáticos, agentes de seguridad y agentes del orden”, expresaron a través de una carta expuesta en sus redes sociales. “La seguridad ha cerrado las puertas para controlar el proceso de entrada a un ritmo mucho más lento y garantizar que todos estén seguros”, agregaban.
“Como resultado, la hora de inicio del partido se retrasó hasta nuevo aviso. para permitir que los fanáticos con boletos puedan ingresar. Todos los fanáticos sin boletos deben abandonar las instalaciones del estadio”, fue su énfasis.
Por su parte, la Conmebol expuso un insólito comunicado donde dijeron muy poco. “Informamos que las personas que no cuentan con tickets no podrán ingresar al estadio. Solo aquellos que tengan tickets adquiridos podrán hacer el ingreso una vez que vuelvan a ser habilitados los accesos”, sentenciaron en una escueta misiva.
Apertura de puertas
Los registros dejaron de todo. Más allá de los saltos de las rejas, una de las fotografías más impactantes fue aquella que mostraba a un grupo que intentaba ingresar al estadio a través de los tubos de ventilación. Fue tal el descontrol, que a las 20:20 se decidió la apertura definitiva de las puertas del Hard Rock Stadium. Pese a los intentos por evitarlo, la organización decidió rendirse antes las evasiones a los controles.
Ni siquiera los familiares de los jugadores se salvaron de la violencia. “Tuvo que salir Alexis para podernos hacer entrar, porque estaba preocupado. Yo pensé que no se iba a jugar el partido. Si los jugadores estaban preocupados de resolver esto, era improbable que un partido se lleve a cabo. Fue inhumano lo que pasó. Estamos bien, siempre Alexis nos llamó, pero él dijo que se iba a quedar en la puerta hasta que entremos. Lo dejamos tranquilo para que pueda jugar”, relató Silvina Riela, la madre del volante transandino Mac Allister.