Sebastián Pérez: “Estoy muy consciente de que siempre me van a comparar con Dituro”

Sebastián Pérez
El arquero Sebastián Pérez. Foto: Cruzados.

El viñamarino, que hoy será titular ante Cobresal, vive días felices en el arco de Universidad Católica. Llegó para ser banca del argentino, pese a que otros clubes le garantizaban estelaridad. El Zanahoria aceptó el reto y la hinchada lo ovacionó ante Unión. Lo agradece, pero le avergüenza, pues aún no ha ganado nada, dice.



Sebastián Pérez (30 años) disfruta de su buen momento en Universidad Católica. Lo hace con mucha tranquilidad, sin creerse el cuento. Después de una vuelta larga, el viñamarino, que fue tenista hasta los 14 años, se ilusiona con lograr el tetracampeonato y con un llamado de la selección chilena, según confiesa en entrevista con La Tercera.

¿Cómo vive la titularidad?

Bien, muy tranquilo. Concentrado en el foco y en el objetivo de ser campeón. Con la solidez que siempre me ha caracterizado. Vamos por buen camino. Se nota la mano de Cristian (Paulucci). Ayudó mucho que tomara el equipo, porque conoce a los jugadores. Llevo seis meses, pero este plantel lleva junto cuatro años. Se ve que están haciendo bien las cosas. Cristian nos conoce a la perfección. Sin duda, vamos por buen camino, pero será complicado.

¿Cómo proyecta la lucha con Colo Colo?

Hemos mejorado mucho nuestra forma de jugar. En el tema de los resultados fuimos irregulares, pero ahora hemos sido muy regulares y queremos seguir así. Creo que la lucha no es solo con Colo Colo, sino también con La Calera, con Audax. Somos cuatro o cinco equipos que vamos a pelear hasta la última fecha.

El hincha le cantó ante Unión, ¿qué sintió?

Solo tengo palabras de agradecimiento hacia la gente que me muestra su cariño en el estadio. A la vez, me da vergüenza, porque llevo recién seis meses y hay muchos compañeros que tienen casi 10 títulos y se merecen esa ovación. Aun así, solo me queda agradecer.

¿No se lo merecía?

No. Para nada. Para ovaciones o para que griten tu nombre primero tienes que ganar cosas. Vengo recién llegando. Primero tengo que conseguir cosas importantes para el club.

¿Y por qué cree que le cantaron?

Porque hice tapadas importantes, era un partido cerrado y por lo que nos estamos jugando. Cada partido lo tomamos como una final. Cristian nos ha recalcado mucho eso. El mensaje de él ha sido muy claro.

De todas sus tapadas, ¿con cuál se queda?

Con la próxima. La que más me inquieta es la del próximo partido. Es la más importante.

¿Es muy difícil llegar a un club para ser segundo arquero? Ud. pudo ir a O’Higgins, donde le aseguraban titularidad.

Sí, es cierto, pero el club siempre fue muy claro conmigo respecto a qué yo venía, que era ser segundo arquero. Sin embargo, cada desafío, cada equipo al que llego, siempre me lo tomo de la misma manera, con la misma motivación y seriedad. Sabía que llegaba a un club grande, que ha ganado muchas cosas. Entonces, tenía que estar en esa dinámica. También sabía que iba a tener partidos para jugar. No sé cómo, pero sabía que en cualquier momento iba a tener que entrar y demostrar.

¿Fue complicado asumir que sería banca de Dituro? ¿No se arrepintió alguna vez?

No sé si complicado, pero sabía que venía a un equipo que siempre pelea cosas. Sabía que de pronto me iba a tocar jugar y tenía que demostrar por qué me trajeron. De hecho, en la presentación, lo dije: venía a competir con Matías. Era una responsabilidad muy grande ser parte de este proyecto tan ganador. Había que seguir en la misma línea. No me arrepiento para nada de mi decisión. Fue la decisión correcta.

Cuando se va Dituro de forma tan repentina, ¿qué sintió? ¿Nervios?

Primero, me alegré por mi compañero, con el que competía por el puesto, ya que se iba a una de las ligas más importantes del mundo. En lo personal, me lo tomé súper tranquilo. Mucha gente me habló y me dijo “ahora es tu oportunidad”, pero estaba súper tranquilo. Se va Matías y justo me toca jugar con Colo Colo y la llave con Palmeiras. Siempre he sido muy tranquilo, pero también estaba consciente de la responsabilidad que tenía y que tengo, que es estar en un club grande, en un arco por el que han pasado porteros históricos. Era la primera vez que iba a jugar clásicos con Colo Colo y la U, pero lo tomé con mucha tranquilidad, porque creo en mis condiciones como arquero. Creo en Dios, sé que nunca voy a estar solo. Siempre he ido ascendiendo en mi carrera; y no me refiero a los equipos, sino al nivel.

¿Sabía que se jugaba el puesto en los clásicos y ante Palmeiras, y que tenía que rendir para que no le trajeran otro arquero?

Sabía que tenía que andar bien por lo que me llevaron, por mis convicciones y por lo que podía aportarle al equipo; pero tampoco soy tonto. Sabía que los ojos estaban puestos en que si andaba mal capaz que traían otro arquero. O que, si andaba bien, me quedaba con Vicente (Bernedo) y Martín (Ballesteros). Mi primer objetivo era estar tranquilo y demostrar por qué estoy en Católica, por qué se fijaron en mí. Jamás me sentí presionado por eso.

Dituro dejó la vara muy alta en la UC, ¿un problema o una motivación?

No, problema para nada. No es ninguna presión para mí. Presión siente la persona que llega justo a fin de mes. Esa sí que es presión. Lo que yo tengo es una oportunidad linda de hacer bien la pega. Una oportunidad preciosa de estar en un grande, al que se le exige ganar.

¿Qué le dijo Felipe Melo en la revancha contra Palmeiras? Ud. tuvo grandes atajadas y él se acercó varias veces para hablarle.

Eran dos posibilidades: realmente me estaba felicitando o solo quería desconcentrarme, porque me metía conversa. Los brasileños tienen experiencia y se las saben todas. Después se me acercó el 9, Deyverson, y también me felicitó. Me decían “buena tapada”, “muy bien”. No les entendía demasiado, porque me hablaban en portugués. No los pesqué, porque sabía que te conversan para sacarte del partido.

Ahí estaba Poyet, ¿por qué no resultó?

Cada técnico tiene su libreto. No pudo plasmar lo que él quería por diferentes motivos. Mi relación con él fue buena, de mucha cordialidad.

¿Ud. sabía que Poyet lo iba a sacar sobre el final de la revancha ante Iquique?

No, no sabía.

¿Le sorprendió?

Sí, me sorprendió, pero no hice tanto ruido, porque justo debutaba un chico de 20 años, que tiene mucho futuro en el club, como Vicente (Bernedo). Tampoco soy ese tipo de arquero y de persona que va contra la corriente, o que le pide explicaciones al técnico. Me molestó, obviamente, porque me sacaron justo antes de los penales, pero ese era el momento para apoyar a Vicente, porque era su primer partido.

¿No le pidió explicaciones a Poyet?

No, nunca. A ningún técnico le he pedido explicaciones. No soy ese tipo de arquero. Soy del tipo que se mata entrenando. Esa es mi forma de hablar. Mi lenguaje. Sé que hay métodos para meter presión, pero no soy de ese estilo.

¿Siente que el hincha que ahora lo aplaude dudó de su capacidad para sustituir a Dituro?

Desde que firmo por Católica y desde que llego a jugar siempre supe que iba a estar la comparación con Matías. Estoy muy consciente de que siempre me van a comparar con él. No me molesta. Sabía a lo que venía. Sabía que, si las cosas no andaban bien, estaría la comparación.

Ud. tiene 30, ¿tardó en llegar a un grande?

La edad es solo un número. No refleja en nada lo joven o viejo que puedas ser para aportar. Hay jugadores a los que nos toca dar la vuelta muy larga. Jugué en Segunda, hartos años; en Primera B; en Primera fui segundo, no jugaba. He pasado por todas las etapas. Les doy valor, porque son experiencias.

¿Cuál fue la clave para llegar a la UC?

Insistir en no darse por vencido en los momentos malos que tuve. No bajar los brazos. Siempre aspirar a cosas importantes, como jugar en la UC, o estar en la Selección.

¿Es muy distinto estar en el arco de un equipo grande que en el de uno pequeño?

Sí, sin duda. Es diferente. Católica siempre se ha caracterizado por jugar bien al fútbol, lo que indica que te van a llegar pocas veces, pero que en esas pocas veces tienes que estar al ciento por ciento. Lo he experimentado en estos partidos. En Iquique, por ejemplo, me llegaban muchas veces. Siempre estaba atajando, o jugando con los pies; o quedando uno contra uno. Interactuaba mucho más que hoy. En un grande tienes que bordear la excelencia, jugar bien con los pies y atajar, que es lo más importante.

¿Fue un error usar el modelo de guantes Samurái azul?

Es que no fue un error, porque yo estoy con una marca de guantes que se llama X1, que pertenece a Luis Marín. Para mí, el mejor modelo es ese que tú mencionas, por una cuestión de agarre. No sé si llamarlo coincidencia o mala fortuna para mí, aunque para la marca fue buena fortuna, porque se habló harto de eso (ríe). Justo se dio para el clásico contra Colo Colo. No hay nada extraño. Es solo que tienen el nombre de la marca y del modelo. Me putearon harto, pero ya quedó atrás.

¿Los sigue usando?

Sí, el modelo blanco. Por una forma de jugar, me gustan los guantes blancos, porque la palma tiene mejor agarre que los de colores. Es un tema técnico, porque cuando tú le metes color a la palma del guante como que pierde agarre. Entonces, si es blanco completo, mejor todavía, como los tenistas en Wimbledon.

¿Pensó alguna vez que sería de esos buenos arqueros que no logran dar el salto?

Lo pensé, pero primero que todo no soy de esos arqueros que se considera bueno. Tengo un foco. Mi rendimiento habla por sí solo. Me falta mucho por aprender, en todo ámbito de cosas, pero uno siempre quiere jugar bien, hacer bien su pega. A veces te puede salir, a veces no. A veces puedo tener muy buenos partidos, pero eso de que soy un muy buen arquero no lo tengo presente en mi cabeza. Sí tengo un foco, que no me lo saca nadie, metas y sueños.

¿Cuáles son esas metas?

La meta hoy es ganar cosas con Universidad Católica. Seguir creciendo como arquero. Eso conlleva ganar cosas. Un llamado a la Selección, por qué no. Ese es mi foco.

La UC es una buena vitrina. Si rinde, puede ser opción en la Roja, ¿le entusiasma?

Siempre. Tener un buen rendimiento y más en un equipo grande sirve para estar en la palestra, por si puedes ser convocado o no.

¿Por qué no hay un sucesor claro de Bravo? ¿Qué pasa con los arqueros chilenos?

Creo que hay muy buenos arqueros a nivel local. Obviamente, que Claudio esté jugando en Europa es un plus. Allá es otro ritmo. Además, está varios peldaños sobre el resto por su carrera, pero hay muy buenos arqueros. Igual, siempre va a depender del técnico de turno.

Le dicen Zanahoria por su color de pelo, ¿a quién salió?

A mi mamá.

De apellido Kirby.

Sí, que es irlandés, entonces va por ese lado, como de los vikingos y todo eso (ríe).

El Vikingo Pérez...

Jaja, no, pero sí es irlandés el apellido, por lo que me han dicho. No me he instruido mucho en el tema, pero por ahí va. Mi pelo es por parte de madre. Eso sí, mis padres eran chilenos.

¿Le gusta algún otro deporte?

Cuando chico jugaba mucho tenis. Estaba muy bien rankeado a nivel nacional. No seguí jugando por temas económicos. Era demasiado caro. Me gusta mucho ver tenis.

¿Hasta qué edad jugó tenis?

Hasta los 14, más o menos. Jugué harto. De hecho, compatibilizaba el fútbol con el tenis, pero no pude seguir, porque se me hacía muy cuesta arriba económicamente.

¿Recuerda su mejor ranking?

Fui cinco de Chile. Gané hartos torneos.

Como aficionado, ¿quién es el mejor tenista de la historia?

Uf. Tal vez les falte el respeto a los que están más atrás, pero por lo que me ha tocado ver, creo que Roger (Federer) ha hecho una carrera más que importante. Si tuviera que elegir solo a uno sería a Roger, por su forma de jugar. Es muy elegante. Es agradable verlo.

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