Tatami con luz propia

Un oro y dos platas ganó el karate. La frase refleja dos realidades: primero lo que hizo este deporte en toda su historia panamericana y segundo, lo hecho ayer, en una sola tarde, en Lima.

El mayor orgullo de los tatamis se llama Joaquín González, quien tuvo el privilegio de escuchar el himno nacional en la ceremonia de premiación.

El joven karateca, de 20 años, venció en la primera ronda al mexicano Enrique Estrada, por Senshu (ganar el primer punto) y al peruano Amado Escalante, por puntos (8-0) y perdió con el venezolano Jovanni Martínez, por 3-5.

Así, segundo de su zona, accedió a semifinales, donde eliminó al uruguayo Maximiliano Larrosa, por 3-0, asegurando de esa manera una medalla.

Ya la emoción en la cara de González era evidente. Las lágrimas se confundían con las espinillas en su cara y más de alguna llegó a un corte superficial en el cuello que le había dejado la lucha ante el charrúa.

Con la misma marca llegó, minutos después, para enfrentar al experimentado Douglas Brose (33) en la final. El brasileño es considerado el mejor karateca de su país de la historia: tiene dos oros en Mundiales y otras dos medallas; un primer puesto en Juegos Mundiales y una eterna lista de preseas doradas en panamericanos específicos y el primer puesto en los Juegos de Toronto 2015.

Poco le importó eso al santiaguino 10 años menor al momento de saludar a su rival y los jueces. Tres minutos después no podía creer la victoria conseguida.

"Le dedico esta victoria a mi familia", fue poco de lo que atinó a decir González una vez que venció al brasileño por 2-0 gracias a dos yukos o golpes con las manos.

González es joven, pero llegaba con pergaminos. Sobre todo porque había sido la figura del Panamericano específico que se realizó en Santiago el año pasado. Allí ganó el primer puesto en su categoría venciendo en la final precisamente al uruguayo Larrosa.

El desempeño de ayer en los tatamis limeños transformó al karate en el segundo deporte más exitoso para Chile en Lima 2019, detrás del remo, un deporte de contacto que abre esperanzas, pues estará en el programa olímpico de Tokio 2020.

Lo del karate en Lima es destacable. Solo seis nombres nacionales se anotaron en los Juegos y cuatro de ellos regresan a Santiago con una medalla. Al oro de González y el bronce conseguido el sábado por Rodrigo Rojas ayer se sumaron las medallas de plata de Susana Li y Camilo Velozo, ambos de 26 años.

Li, hija de chinos que emigraron a Chile en busca de mejores perspectivas, avanzó hasta la final de los 68 kilos, donde cayó por 1-4 ante la dominicana Tanya Rodríguez.

Velozo, en tanto, cayó por Hantei (decisión de los árbitros) en la final contra el venezolano Andrés Madera.