Este martes, Blanco y Negro adoptó la decisión que los hinchas de Colo Colo tanto estaban esperando. La concesionaria que administra al club albo decidió ir por la concreción de un sueño: el retorno de Arturo Vidal. A partir de ese momento, la negociación entraría en tierra derecha, por acudir a una expresión propia de la hípica, la otra pasión del Rey. Era el momento de llamar al jugador, sentarse con él y su representante, Fernando Felicevich, para hacerle una oferta formal, y luego, eventualmente, discutir las condiciones del contrato. De antemano, se asumía que el exvolante del Barcelona, Bayern Múnich, Juventus e Inter de Milán se transformaría en el jugador más caro del fútbol chileno.
Sin embargo, la ilusión duró poco. Aunque efectivamente Vidal y su entorno recibieron una propuesta formal de los albos, las cifras están muy por debajo de lo que representa fichar un jugador de categoría mundial, con el currículo que luce el Rey. Desde el círculo más próximo al jugador la respuesta fue tajante: la oferta del Cacique molestó a Vidal, por lo que se rechazó de inmediato. Y es que más allá de que lo económico no es lo esencial en este caso, el Rey se sintió poco valorado.
Por eso, el mensaje de Vidal fue claro: en estas condiciones no hay ninguna posibilidad de llegar a un acuerdo y que, por consiguiente, él iniciaba conversaciones con el resto los clubes interesados en ficharlo. Todos con números muy superiores a los que plantean los albos. Si bien los números exactos no han trascendido, el volante ni siquiera sería el mejor pagado del plantel, quedando incluso por detrás del paraguayo Darío Lezcano.
Los números no son el único problema. La extensión del contrato ofrecido por el cuadro de Pedreros, un año, sujeto a condiciones, también irritó profundamente a Arturo Vidal, quien siente que hay muchas dudas de parte de Blanco y Negro en torno a su nivel físico y futbolístico.
De esta forma, si la consideración se remite exclusivamente a las cifras, la conclusión es que la oferta es inferior a lo que perciben otros jugadores del Cacique, que han sido cuestionados por su rendimiento. Todo esto sorprendió a Vidal y su entorno, quien se sintió decepcionado. Tanto así, que el directorio presidido por Alfredo Stöhwing está al tanto de que el Rey ya está en conversaciones con otros elencos importantes de Sudamérica.
El paso clave
Esta semana se habían ido alineando las voluntades. De hecho, Alfredo Stöhwing, el presidente de la concesionaria, asumió un rol protagónico al comunicarle formalmente a Vidal la intención de contar con él. Esa gestión fue clave para que el oriundo de San Joaquín descartara la opción de fichar en el América de Cali, que incluso había acordado contratos con patrocinadores para cumplir con las expectativas económicas del jugador. El mismo Stöhwing, eso sí, estableció que Blanco y Negro será prudente en la inversión que realizará en la operación. “Ojalá que Arturo llegue barato; no buscamos batir récord en pagar”, graficó el timonel. Pocos interpretaron esa pista como un presagio de la oferta que llegó a manos de Vidal
Aunque en Macul guardan la cifra que le plantearán como oferta inicial a Vidal con recelo, la propuesta apenas bordeaba el millón de dólares por temporada. Eso sí, asumían que habría un margen para negociar el monto, por las características que suelen tener estas negociones y, principalmente, por la magnitud del jugador. Se encontraron con un portazo.
Ese acápite, de hecho, fue el que generó mayor tirantez. “No fue fácil. Hubo conversaciones largas, gente que tenía dudas”, grafica un presente en la cita. Las aprensiones tenían que ver con el momento físico y futbolístico del jugador y, por cierto, con su disciplina. Finalmente, se optó por avanzar y se adoptó una decisión clave: comisionar al gerente general, Alejandro Paul, para acompañar a Morón en las tratativas. Por un lado, se pretendía potenciar la imagen de seriedad de la propuesta del club frente al jugador y su agente y, por otro, cautelar que los márgenes de la negociación no se escapen de las posibilidades institucionales. La estrategia no resultó.
Tal como viene aconteciendo en todas las decisiones relevantes, después de los previsibles tira y afloja, se convocaría a una reunión extraordinaria de directorio para la respectiva aprobación. Por cierto, en la cita de este martes no se habló de más jugadores que de Vidal, pues era el único tema puesto en tabla. Eso sí, en paralelo, se sigue avanzando en una propuesta de nombres para potenciar al equipo de Macul en las otras posiciones que quiere fortalecer Almirón. El arribo de un centrodelantero sigue siendo una materia prioritaria.
Celos
Hay una materia que en Macul también pretendían mantener controlada: la reacción de los integrantes del plantel frente a la llegada de una estrella de nivel mundial que será remunerada en función de esa condición. De todas formas, en el seno del club popular confiaban en la madurez de los principales referentes, en el sentido de entender que los beneficios que podía recibir el Rey eran incuestionables desde su trayectoria y desde su vigencia. En ese contexto, ya ha habido declaraciones que hablan del plus que representa tenerle en el equipo. “Para mí es el mejor jugador de la historia en Chile, me encantaría que estuviera con nosotros. Salió de casa, sería muy importante para Colo Colo como para el fútbol chileno tenerlo, ojalá se sepa algo concreto en los próximos días”, declaró, por ejemplo, el capitán Esteban Pavez en la antesala del viaje a Uruguay, donde los albos realizan la pretemporada. “Los cabros no son tontos”, sostienen en la dirigencia.
El propio Vidal estableció con su habitual vehemencia que llega para responder a esa condición. “No hablen más de mi edad ni mis lesiones. Si vuelvo a Colo Colo es por que estoy en un buen nivel. No vuelvo por que estoy lesionado, vuelvo porque quiero colocar a Colo Colo donde se merece en Sudamérica y dejar una buena imagen”, enfatizó. Y amplió: “No me comparen más con los que vuelven a Chile, porque no vuelvo a retirarme. Vuelvo a ganar cosas con Colo Colo, si es que se da”. El cierre de la declaración, en potencial, obedecía, en rigor, al momento preliminar en que se encontraban las tratativas. Hasta ese tiempo verbal corre serio riesgo de transformarse en pasado.