Desde que ese 15 de octubre, al minuto 49′ del duelo entre Curicó Unido y Universidad Católica, se cobró el penal, hasta que se ejecutó este 11 de noviembre, transcurrieron 27 días y tres lanzamientos por culpa de ese corte de luz que impidió que el duelo se siguiera ese día.
Cuánto habrá pasado por la cabeza del arquero Fabián Cerda en este casi mes sobre cómo reaccionar a esa falta. Y es que mucha historia se construyó alrededor de este penal. Como por ejemplo que el lanzador iba a ser César Pinares, pero el destino quiso que la luz se cortara y que el mediocampista se fuera a Gremio.
Así entró Luciano Aued a la cancha en su reemplazo. El argentino fue el encargado de reanudar el partido al minuto 50′, con una ejecución de penal que lanzó a su izquierda. Cerda, el arquero curicano, atajó, pero el VAR le avisó al árbitro Nicolás Gamboa que se había adelantado.
Vino entonces una nueva oportunidad, la que Aued decidió traspasar a Fernando Zampedri. El ariete transandino remató fuerte y casi al medio y otra vez Cerda atajó. Sin embargo, nuevamente el VAR acusó un adelantamiento del meta del dueño de casa, que esta vez se ganó amarilla.
La tercera fue la vencida para los cruzados, que recién a los 55′, cinco minutos después de la reanudación del partido, pudo ver el desenlace de ese penal, que finalmente terminó en gol y el descuento para la UC.