Valber Huerta (26 años) divide su tiempo en entrenar, cuidar a sus dos pequeñas mellizas y ayudar a los más necesitados. A través de redes sociales, el defensa cruzado rifa camisetas de Universidad Católica y recauda donaciones de distintas personas, con el fin de comprar y distribuir cajas de alimentos para la gente que lo pasa mal en la pandemia. “Que haya familias que salen a la calle, día a día, para poder abastecerse, es algo que no se puede dejar de lado”, advierte.
¿En qué consiste lo que hace?
Todo parte por una iniciativa familiar. Soy de Melipilla y mucha gente allá no lo pasa bien. Acordamos ayudar de forma anónima, pero lo pensamos bien y al hacerlo público ayudaríamos a más familias. Hemos tenido muy buena recepción de la gente, los jugadores y de personas anónimas que nos aportan. Hicimos un pedido grande y enviamos muchas cajas a Melipilla. Nos comunicamos con distintos asistentes sociales de la Región Metropolitana que nos derivan a familias que lo están pasando mal. Les hacemos llegar sus cajitas. Hicimos un aporte grande a un campamento en San Bernardo, gracias a lo que hemos juntado y aportado como familia, más lo que sacamos con las rifas. A todos los compañeros que les hablé me dijeron que sí, sin pensarlo.
¿Cómo le ha afectado esta pandemia?
Es complicado. Tengo a mi mamá y mi hermana que trabajan en un consultorio público en Melipilla; entonces sé muy de cerca cómo se vive esto. He hablado con mi mamá cuando está en turno y tiene que estar protegida al ciento por ciento. Le tocó estar en turno cuando una persona falleció en el consultorio. Entiendo muy bien las precauciones y las medidas que se tienen que tomar. Por lo mismo, también entendemos que hay mucha gente que necesita ayuda.
¿Qué hacen su mamá y su hermana?
Mi hermana trabaja en la parte de computación, de tomar horas, y mi mamá hace un rol parecido, pero también trabaja en la interna. Ninguna de las dos es primera línea, como se dice, de asistentes médicos ni nada de eso, pero sí tienen que estar yendo una semana a trabajar y la siguiente no. Tienen que tomar las mismas medidas que toman los doctores, porque llega mucha gente y nadie sabe realmente si tienen el virus o no.
¿Ha podido verlas?
No. Cuando esto recién comenzaba, vino mi mamá una vez, porque no tenían insumos de mascarillas ni guantes en el trabajo. Le conseguimos y vino a buscarlas, pero no tuvimos contacto para nada. Vio a mis hijas de lejos. Tomamos toda las precauciones en ese sentido.
¿Se preocupa mucho por ellas?
Sí, es difícil, pero tenemos muy buena comunicación. Siempre estamos al tanto de cómo se sienten, de cómo están, de cuándo tienen turnos. También tratamos de ayudarlas. Cuando no tenían mascarillas intentamos conseguirles altiro. Uno siente orgullo, porque la gente que está trabajando en la salud es la que más riesgo corre de contagiarse. Tienen que seguir haciendo sus labores, porque es la forma de poder ayudar a los que se contagian, y no solo con el virus, porque hay muchas enfermedades que pasan a un segundo plano, pero que siguen siendo igual de graves que la que estamos viviendo ahora.
¿No les pasaban mascarillas en la clínica?
Le pasaban una o dos al día. Eran mascarillas desechables, que duran dos horas. Para un turno largo no alcanzan. Entonces les conseguimos reutilizables, que se lavan y vuelven a usarse por siete horas. Mi otra hermana estuvo haciéndoles mascarillas. Todos hicimos algo para poder ayudarnos.
¿Qué le parece esta falta de insumos en recintos públicos de salud?
Es lamentable. No soy mucho de ver la televisión, no me gusta asustarme con las cosas que muestran, pero he tenido contacto con personas que me ayudan. Un enfermero me comentó que esto está complicado, que va a colapsar, que la única forma es que la gente se cuide y se quede en sus casas.
¿Cómo lleva estos más de dos meses de cuarentena?
Es un hecho bastante anormal, pero entendemos la situación. Es un problema mundial, donde está en juego la salud y la vida de las personas. Lo tomamos con la mayor seriedad, obviamente sin descuidar nuestro estado físico, que es lo más importante. Desde que dejamos de ir a entrenar, el club estuvo preocupados de nosotros. Nos dieron implementos deportivos, así que pasa por cada uno la forma en que se entrena. Por lo que hemos conversado, todos lo hemos hecho de forma bastante profesional.
¿Siguió entrenando en las vacaciones?
Sí. No paramos, porque el deportista está acostumbrado a entrenar todos los días, sobre todo en el fútbol. Parar una o dos semanas significa mucho retraso en la forma física.
¿Hay mucha diferencia entre ejercitarse en la casa y en una cancha?
Lo ideal para un futbolista sería entrenar en una cancha, porque es muy distinto a entrenar en una casa, sin una pelota. Para los que viven en departamento debe ser mucho peor. Necesitamos mantener la forma física, para que cuando volvamos a entrenar solo nos falte la parte futbolística, y así no tener que ocupar tiempo de nuestro entrenamiento en volver a estar bien físicamente.
Según un informe de la ANFP, el nuevo futbolista pos Covid-19 tendrá más grasa corporal, menos musculatura y será más propenso a lesiones, ¿está de acuerdo?
Por lo que hemos pasado estos dos meses, creo que es al contrario, porque un entrenamiento normal, en un mes de competencia, siempre tiene una parte física y otra técnica. En cambio, acá en la casa es físico las dos veces. Entonces, lo único que nos va a faltar será ponernos a punto futbolísticamente, tanto en lo personal como en lo grupal. No sé si estoy de acuerdo con eso. Va a depender de cómo haya entrenado cada uno, de las medidas tomadas para no perder fuerza y no ganar grasa. Podemos volver incluso mejor que antes.
¿En cuánto tiempo se pueden poner a punto futbolísticamente?
Nos han comentado que tendremos al menos un mes antes de volver competir oficialmente. Si estamos a punto en lo físico, lo correcto sería empezar con muchos amistosos.
¿Cómo se ha portado la UC? ¿Cumple con los sueldos?
Está a la vista de todos cómo trabaja Católica. Han hechos las cosas muy bien. Han sido honestos con nosotros desde un principio y se han portado súper bien. No solo con nosotros, sino que con todos los trabajadores del club. Tenemos muy claro que si esto continúa en el tiempo vamos a conversarlo, pero siempre escuchando la palabra del jugador y de la directiva. Se han portado tan bien con nosotros que no habrá ningún problema.
O sea, entenderían una eventual reducción de salario...
Sí, obvio. Es lo que hemos dado a entender. Si hay una rebaja, seremos los primeros en dar la cara para bajarnos el sueldo nosotros y que no se afecte a los otros trabajadores del club.
¿Extraña volver a entrenar?
Quiero volver a entrenar. Por mí, nunca hubiese dejado de entrenar, pero primero está la salud.
¿Está preparado para jugar dos veces por semana?
Al futbolista le encanta jugar. Mientras más partidos tengamos en el corto plazo, mucho mejor. Solo hay que cuidarse, estar bien físicamente y tratar de estar con el plantel completo. No va a haber ningún problema.
¿Por qué explotó en la UC y no antes?
Hubo un lapso de tiempo que me hizo madurar mucho. Jugar dos años seguidos en Huachipato era algo que nunca había tenido. Ahí crecí como jugador, como persona y entendí mucho mejor el fútbol. Sentí que estaba mucho mejor preparado para tomar un desafío tan importante como era llegar al campeón. Se me dieron las oportunidades. Me sentí muy cómodo con la forma de jugar del equipo, con mis compañeros. Que haya sido un año tan exitoso en lo grupal influye mucho en el rendimiento personal.
Tiene una dura competencia también...
Sí, pero estaba preparado para un desafío así de importante. Venía a la defensa menos batida, al equipo campeón. Sentía que tenía las armas para pelear un puesto, para jugar. Se me dieron las oportunidades por lesiones y otras situaciones, y tenía que aprovecharlas. Sentí la confianza del entrenador, de mis compañeros. La forma de jugar me hace sentir muy importante dentro del equipo, porque es la forma en que me gusta jugar. Tener buenos compañeros al lado te hace elevar el rendimiento, no bajar los brazos, porque van a querer jugar sí o sí.
Le queda un año de contrato, ¿cuáles son sus metas? ¿Emigrar?
Acá estoy muy bien, muy cómodo. Siento como si siempre hubiese jugado en Católica. Es una institución seria, con una hinchada que te acoge mucho. Por mí, estaría mucho tiempo acá, porque estoy feliz, tranquilo. Con mi familia estamos súper cómodos en el club.
Al igual que Buonanotte, Pinares y Puch, ¿encontró su lugar en la UC?
Sí. El equipo es como una familia. Todos se apoyan. No hay nadie que tire para el otro lado. Como institución te hacen sentir importante. El club siempre está preocupado del jugador, no solo de lo deportivo. César hizo un campeonato extraordinario el año pasado. Ahora seguíamos haciendo las cosas bien. Edson sigue explotando todo lo que es. Cada jugador que llegó en 2019 y ahora fue un aporte. Es fácil entrar a un grupo cuando las cosas se hacen bien y el lado humano es muy bueno. Fernando (Zampedri) llegó este año, es el goleador del equipo y tiene muy buena relación con todos. Es algo que no pasa desapercibido para el jugador que llega y que deja muy marcado al que se va.
La UC ganó cuatro de los últimos seis torneos, ¿cuánto tiempo más puede dominar el fútbol chileno?
Por mí, que el dominio de la UC sea eterno. Si se siguen haciendo las cosas bien, si siguen cuidando a los jugadores como hasta ahora, no creo que la tendencia vaya a cambiar. Se vienen haciendo muy bien las cosas y se demuestra con logros.
Falta demostrarlo a nivel internacional...
Sí, obvio, pero no tengo dudas que con el equipo que hay y la forma con la que se trabaja vamos a sacarnos esa espinita.
¿Le entusiasma la idea de jugar con Medel en la UC?
Sí. Gary es un jugador extraordinario. Si llega al club sería un aporte muy bueno, como persona y como jugador. Si alguna vez vuelve, va a ser feliz él y va a hacer feliz a mucha gente también.
¿La Selección es un objetivo?
Sí. El hecho de haber estado en la nómina de un amistoso y que me nominen a los microciclos, que sigan pendientes de mi carrera, me genera esa sensación de que estoy haciendo las cosas bien, pero hay que seguir mejorando y puliendo cosas. Si en algún momento llega una convocatoria, espero estar preparado lo mejor posible.