El toque entre Verstappen y Leclerc que marcó el final del GP de Austria

El Gran Premio de Austria estaba llegando a su fin. Charles Leclerc lideraba la carrera. Max Verstappen le acechaba en su estilo: pasando rivales y haciendo estallar al público. Estaba en casa, en el Red Bull Ring, y con cientos de camisetas naranjas, como cada año, gritando sus adelantamientos. Así llegaron a la vuelta 69, a dos de la bandera a cuadros. El monegasco, que estaba primero desde la largada, sufrió en carne propia el asedio del holandés.

Verstappen ya había dejado atrás a Vettel y Bottas. Se acercaba a la punta y su equipo le pedía atacar a Leclerc y arrebatarle la cima. Y así fue. Eso sí, con polémica de por medio. En la tercera curva el piloto de Red Bull cortó por dentro y el de Ferrari tuvo que ir más abierto en el giro. En el arranque posterior, Verstappen ocupó todo el espacio. En su movimiento, ambos autos chocaron sus ruedas y el monegasco salió de la pista perdiendo definitivamente la carrera. Un adelantamiento que terminó decidiendo el GP austriaco en favor del holandés, que repitió su triunfo de 2018.

La cara de Leclerc era evidente. Molestia. Incluso en el incidente le dijo enojado, por radio, a su equipo del movimiento de Verstappen. Sin embargo, posteriormente citaron a ambos pilotos para revisar junto a los comisarios lo ocurrido. Lo cierto es que por primera vez en el año no fue triunfo de Mercedes, quienes se conformaron con el tercer lugar de Bottas y con el quinto de Hamilton.

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Luego de la carrera las opiniones en los equipos involucrados eran totalmente distintas. En Ferrari pidieron una sanción a Verstappen, mientras que en Red Bull decían que un posible castigo sería un atentado contra el automovilismo. Lo cierto es que la incidencia será revisada. "Si esas cosas no están permitidas en carreras, ¿cuál es el punto de estar en la Fórmula Uno?", dijo Verstappen. "Dejaré que los comisarios decidan por mi, fue muy claro en el auto. No sé si se vio de la misma forma desde fuera", reclamó Leclerc. Y aunque ya vieron la bandera a cuadros, el Gran Premio de Austria aún no llegaba a su fin. Luego de horas de revisión, se determinó que el movimiento de Max no fue ilegal y mantuvo el triunfo.