Vinícius Júnior festeja la goleada sobre la Roja: “Estoy muy feliz por anotar mi primer tanto por la selección”

Brasil enfrentó a Chile con la mente en Qatar. Clasificados hace ya varias fechas, la oncena de Tite tomo el duelo con la Roja como un ensayo de lo que harán en la cita planetaria y les salió perfecto.

Superioridad que incluso le alcanzó para darse algunos gustitos, como darle rodaje a Philippe Coutinho: el volante del Aston Villa tiene un renacer futbolístico y se le premió con el lanzamiento del segundo penal que le cobraron en contra a la Roja.

Pero sin duda, uno de los que contentos en los pentacampeones del mundo fue el ariete del Real Madrid, Vinícius Júnior. El joven delantero había dicho en la previa que “se trata de un partido especial por disputarse en el Maracaná y no habrá cosa mejor que mi primer gol pueda llegar aquí”. Y tan confiado estaba que compró 120 entradas para poder invitar a toda la gente que lo conoce al mítico recinto deportivo y celebrar con ellos, su debut en las redes con la camiseta de su país.

Y la deuda la pagó, cuando el primer tiempo ya se iba, tras un error de Claudio Bravo en la salida, con el olfato que lo caracteriza para estar sólo en el borde del área y una definición que demuestra por que está en el cuadro merengue con tan sólo 21 años.

“Estoy muy feliz por anotar mi primer gol por la selección y quiero agradecerle a la hinchada todo su apoyo. Ahora a seguir trabajando para llegar mejor preparados para el Mundial”, aseguró el ariete. Y se fue a celebrar con sus compañeros, en la improvisada vuelta olímpica que hicieron para agradecer el apoyo de las 70 mil personas que llegaron al coloso de Río de Janeiro.

Claro que el partido pudo terminar mal para el ex Flamengo, pues en el segundo lapso siempre jugó al límite en las infracciones y tuvo en encontrón con Arturo Vidal que pudo acabar en conato. Todo ocurrió en el minuto 13 de la segunda parte, cuando Vinicius le tiró un caño al volante del Inter y se ganó la ovación de los presentes. Fue entonces, cuando el formado en Colo Colo lo tomó del cuello y le pidió que no hiciera lujitos, cuando iban ganando de manera justa y Chile necesitaba mantener a todos sus hombres para el duelo con Uruguay.

Felizmente, el brasileño entendió, se dieron la mano y desde entonces, el futbolista que había sufrido un 0-4 contra el Barcelona se dedicó sólo a disfrutar su revancha.