Durante la tarde de este jueves, Pablo Milad y Lorenzo Antillo ya sabrán quién fue el ganador y quién el derrotado en una nueva jornada de elecciones por el sillón de la ANFP. Mucha agua ha pasado bajo el puente en el proceso de campaña. Los votos, como tantas otras veces, se han disputado palmo a palmo.
La lucha promete ser reñida, como en la última votación para presidente del fútbol chileno en 2018, cuando se llegó hasta una cuarta vuelta para elegir entre Jorge Uauy, Harold Mayne-Nicholls y Sebastián Moreno, a la postre ganador.
Alianzas, bloques y traiciones. De todo se habló aquella vez. Y es que, desde la bullada elección de 2010, que comenzó con Mayne-Nicholls y Jorge Segovia como candidatos y en la que finalmente se terminó optando entre Ernesto Corona y Sergio Jadue, muchas historias se han sucedido. Los que alguna vez fueron juntos, hoy son rivales. Y quienes no pudieron verse, hoy hacen campaña unidos.
Así, por ejemplo, desde esa oportunidad los tres equipos más grandes de Chile (la U, la UC y Colo Colo) siempre votaron en bloque, con excepción de las elecciones de 2016, cuando el Cacique se abstuvo. En esa oportunidad, azules y cruzados sufragaron por el ganador Arturo Salah, que derrotó por un amplio margen a Milad (28 contra 16), quien hoy va otra vez a la carga. El ex Intendente aquella vez incluso acusó compra de sufragios.
Desde esa disputa entre Mayne-Nicholls y Segovia en 2010, donde Harold perdió la presidencia, los tres elencos más populares del país votaron siempre por el candidato ganador, salvo la última elección que se llevó a cabo. En cada una de las cuatro vueltas ellos votaron por Uauy, pero al final resultó vencedor Moreno.
En el tiempo reciente, Unión Española ha dado muestras de ser un voto indescifrable. Porque si en 2010 y 2011 se inclinó por la oposición al oficialismo, en 2016 se abstuvo y en 2018 fue uno de los equipos apuntados de torcer las elecciones en favor de Moreno, luego de votar en la primera por él, en la segunda y tercera por Uauy y en la última otra vez pasarse a la del contendor. Cobreloa también cambió su voto aquella vez.
Hay otros clubes que acostumbran votar juntos. Ya sea por afinidad o por posturas comunes. Tal es el caso de O’Higgins y Temuco, que solo se distanciaron en la primera vuelta de la elección de 2018 (los celestes fueron por Mayne-Nicholls y los albiverdes, por Moreno), pero luego, desde la segunda vuelta en adelante, donde ya no estaba Harold, el Capo de Provincia pasó a votar por Moreno también.
Una clara señal de la afinidad de ambas instituciones es que en las elecciones de la ANFP de 2014, cuando el único candidato fue Jadue, quien se repostulaba, los dos clubes votaron en blanco. Fueron los únicos que no le dieron el apoyo a la reelección del calerano, además del sufragio anulado de Santiago Morning. Todo el resto del plenario apoyó al corrupto confeso ex timonel.
Y si de alianzas se trata, San Felipe, La Serena y La Calera han estado siempre juntos: votaron por Segovia en 2010, por Jadue en 2011, por su reelección en 2014, por Milad en 2016 y por Moreno en todas las vueltas de 2018.
Algo parecido a lo que ocurre entre Rangers y Copiapó, que votaron a la par de aconcagüinos, papayeros y cementeros, pero en 2018 se descolgaron y juntos apoyaron a Uauy.
Por otra parte, la U. de Concepción se ha mostrado como un equipo que apoya al oficialismo o lo ya conocido. Los del Campanil casi siempre han optado por la continuidad del gobierno de turno y cuando no pudieron, optaron por dejar su sufragio en blanco. Así, en 2010 y 2018 votaron por Mayne-Nicholls (y luego, cuando éste se cayó tras la primera vuelta, votaron tres veces en blanco), en 2011 lo hicieron por Corona, en 2014 por la reelección de Jadue y en 2016 por Salah.
Por el contrario, el Morning ha optado por la disrupción. En 2010 fue por Segovia, en 2011 por Jadue, en 2014 anuló, en 2016 por Milad y en 2018 apoyó en la primera vuelta a Harold y luego a Moreno en las otras tres vueltas.
Este jueves habrá otro capítulo en las elecciones de la ANFP. Otra página más donde las alianzas y las estrategias pasan a jugar un rol clave.