Luis Miguel regresa a Santiago y deja en suspenso al Festival
El cantante fijó dos fechas en el Movistar Arena. Aunque tenía un acuerdo con el evento y fecha de su anuncio, distintos factores han enfriado los acercamientos.
Y finalmente Luis Miguel regresa a Chile. Aunque, por ahora, sólo a Santiago. Tras meses de espera en torno a la nueva visita del mexicano, amplificadas esta vez por el fenómeno continental que resultó ser su serie biográfica en Netflix, el cantante agendó dos fechas en la capital para el próximo año, tal como adelantó La Tercera, con las que iniciará el recorrido sudamericano de ¡México por siempre!
Serán dos conciertos al hilo los que realizará en el Movistar Arena, recinto convertido en tradición de sus últimos pasos por Santiago, incluyendo el más reciente, de diciembre de 2015. Anunciados para el 22 y 23 de febrero, los shows marcarán el retorno del artista al país luego de tres años. Y aunque las fechas de su nuevo tour por la región dejan abierta la puerta para su regreso al Festival de Viña, cuya edición 2019 abrirá los fuegos un día después del segundo recital en Santiago, su presencia en el evento se ha vuelto incierta con el correr de las semanas. A fines de septiembre, el intérprete llegó a un acuerdo con los organizadores de la cita, del que aún faltaba por firmar algunos aspectos puntuales. De hecho, su anuncio estaba acordado para la primera semana de octubre.
El mismo viernes 5 de ese mes, los matinales de los dos canales a cargo de la cita veraniega, Muy buenos días (TVN) y Bienvenidos (Canal 13), tenían contemplado en sus pautas el anuncio en pantalla del fichaje de Luis Miguel para Viña 2019. Horas antes, todo se canceló.
Una semana antes, el jueves 27 de septiembre, la compañía de telefonía Claro inició en Instagram una activación que iría revelando de a poco la presencia del mexicano en Viña, con una conversación virtual en la que Martín Cárcamo, el próximo animador de la cita, le revelaba a Tonka Tomicic que "viene a Viña un artista que canta Suave", entre otras pistas.
Todo lo anterior como parte de una campaña promocional que hoy se encuentra en suspenso, en medio de diversos inconvenientes que han sembrado dudas en torno al presente del solista y han trabado la negociación. Sin ir más lejos, el mes pasado fue particularmente problemático para "Luismi", con dos cuestionadas presentaciones en el Auditorio Nacional de México. Primero, el jueves 4, con un criticado show en el que se le vio algo errático e incluso fuera de tono, seguida de otra en que perdió los estribos y arrojó flores con violencia al sonidista. Entre medio, canceló dos fechas en Hermosillo y Michoacán por razones climáticas; un patrón que a muchos recordó lo ocurrido en 2014, cuando comenzaron los problemas en vivo del cantante, y que ha vuelto menos viable la presencia de éste en un espectáculo televisado.
Desde hace semanas, esa es la gran piedra de tope que no ha permitido cerrar y abrochar de modo definitivo al artista: el temor de los organizadores de la cita ante un estado escénico aún incierto. El miedo ante la posibilidad de que tenga un comportamiento poco adecuado o un show complejo en un evento televisado para todo el continente.
Con todo, la organización de Viña se juega sus últimas fichas para tener al intérprete de La incondicional en febrero, y se espera que por estos días parte del staff del evento viaje a México para conversar con sus representantes y presenciar uno de sus próximos recitales en la capital azteca.
Además, ante este escenario inestable, la producción activó el plan B y ha contactado a otras estrellas que puedan eventualmente ocupar el lugar del mexicano. Uno de ellos fue Chayanne, una carta segura y de vínculo histórico con el Festival, que mañana inicia una serie de siete presentaciones en Chile. Y aunque la primera respuesta del puertorriqueño habría sido negativa, todavía no se descarta que pueda sumarse a la parrilla internacional.
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