No es azaroso que un político declarado culpable en dos ocasiones por utilizar retórica nazi haya logrado un histórico triunfo para la extrema derecha. Tampoco lo es que una colectividad al otro lado de la vereda, liderada por una exintegrante del Partido Comunista de Alemania Oriental, creciera considerablemente en las elecciones en Turingia y Sajonia. Si bien hay matices, los une su política antiinmigración, su rechazo al apoyo a Ucrania y la cercanía con el Kremlin.
2 sep 2024 08:49 PM