De reciente edición en español, Las campanas no doblan por nadie (Anagrama) muestra los cimientos del último "maldito" de la literatura norteamericana, desde sus primeros intentos como santo y pecador descontento de sí mismo —con heridas de infancia, incluyendo el maltrato físico del padre y un violento brote de acné—, hasta la consolidación de ese esperpento y antifaz literario llamado Henry Chinaski.
24 jun 2020 01:02 AM