Después de dos horas y media de película, la duda persiste. ¿Tendrá algún impacto en las audiencias jóvenes el retrato del rey del rock según Baz Luhrmann? ¿Resucitará gracias a la cinta con ritmo de videoclip y una frenética banda sonora? ¿Repetirá el efecto de la biopic de The Doors (1991), que introdujo a Jim Morrison a una nueva generación? Poco importa. Este desconocido para los jóvenes revive en una versión donde se extingue por sus fans. Para quienes aún creemos en él, resuena como un evangelio. Si carece de sentido, se disfruta como un dogma.
15 jul 2022 08:15 PM