El verano boreal de 1997 fue el más duro de Elton John en años. Más por la muerte de la Princesa de Gales, con quien le unía una profunda amistad. La reacción de la gente, que reavivó el interés por una vieja canción suya, motivó que la familia lo convocara a cantar en su funeral. Un momento intenso y electrizante que derivó en una locura de consumo cuando “Candle in the Wind 1997” llegó a las tiendas, como el saludo póstumo a una relación que en un momento, estuvo a punto de romperse.
Como cada año, quienes postulan a la estatuilla dorada a Mejor Canción Original son los encargados de dar las notas musicales a la ceremonia de los Premios de la Academia. Con el británico protagonista de Rocketman liderando las presentaciones, estos son los confirmados para los shows en vivo en el Teatro Dolby de Los Angeles.
Ocurrió en los años 70, cuando el hombre retratado en la película Rocketman era una estrella con luz propia con shows multitudinarios y canciones que resonaban a ambos lados del Atlántico. El británico era un fenómeno inexplicable de trajes estrafalarios y un talento sinigual en piano y voz. Sin embargo, su vida íntima siempre llamó la atención de los medios.
Es impresionante la manera en que la calidad del material original de Elton John y Bernie Taupin permite diversas lecturas en distintas vertientes.
"Tiny Dancer", "Rocket Man" y "Bennie and the Jets" recibieron una capa de pintura fresca: videos hechos por directores jóvenes, con temáticas actuales, y que fueron estrenados en Cannes.
A los 70 años Elton John es un cantante muy distinto al de sus inicios. Su voz es más grave y la intencionalidad de la interpretación mucho más intensa, visceral a ratos.
