Este domingo la ficción estrena el último capítulo de su tercera temporada, definida por la crítica como una de las grandes series del último tiempo y con fuertes posibilidades de arrasar en futuras premiaciones. ¿Estuvieron sus capítulos recientes a la altura de su elogiada trama? ¿Puede Succession empezar a ocupar un lugar en el Olimpo de la TV y el streaming al lado de otras joyas de la pantalla? Un grupo de guionistas miden sus posibilidades.
La mejor serie estadounidense de la actualidad luce mucho más entretenida, veloz y mordaz en su tercera temporada, pero conserva las virtudes de su elenco y libretos. Dos capítulos han bastado para que supere a todo lo que se ha visto este año en TV.
El actor de la serie del momento habla con Culto de sus diferencias y similitudes con Logan Roy, el detestable y fascinante magnate que regresa hoy a la pantalla, en medio de las esquirlas de los Pandora Papers.
La serie de HBO, que vuelve con nuevos capítulos este domingo, cruza una historia con ribetes de tragedia con el más mordaz humor negro y una épica familiar que crece como bola de nieve. A la espera de su retorno, nos detenemos en las mayores virtudes de la excelente ganadora del Emmy.
La sobresaliente historia de HBO sobre un magnate de medios y su familia retornará en octubre, ya consolidada como una de las mejores series del panorama actual. A su elenco se suman Adrien Brody, Alexander Skarsgård y Hope Davis, y su creador prefirió omitir alusiones a la pandemia. Todo se concentrará en la titánica lucha entre Logan Roy y su hijo Kendall, quien lo traicionó al final del segundo ciclo.
La última ganadora del Emmy volverá antes de que acabe el año, presentando nuevos capítulos que abordan la incendiaria batalla entre los miembros de la familia Roy. La historia de HBO suma a su elenco a Alexander Skarsgård y Adrien Brody y podría estar cerca de su final: una de sus productoras sugirió que no tendrá más de cinco o cuatro ciclos.
La cadena se quedó con cuatro estatuillas, por Succession y Chernobyl, mientras que la serie británica se consagra como la revelación de 2019. El gran olvidado de la noche fue Netflix, que solo consiguió un galardón en el apartado televisivo, Mejor actriz en serie dramática.
Succession es una serie en que se sufre y disfruta el proceso. Lo importante no es quién va a quedarse con el poder. Ver esta serie es estar frente a un accidente que ocurre de a poco, un incendio en el que cada uno de los personajes aporta con más bencina, donde nadie aprende sus lecciones y donde no existe el trabajo en equipo.
