Como filósofo moral que era, Adam Smith consideraba que la ética era fundamental para la confianza. Pero también tenía claro que el mundo real no es de ángeles. Que se necesita del estado y de la regulación para sancionar desviaciones de las reglas que dañan al mercado.
Ignacio Briones, decano Escuela de Gobierno, UAI
27 nov 2015 02:35 AM