Beatriz Hevia –militante republicana– aseguró que "los que se benefician es la clase media". Ante las críticas a la medida, dijo que “si es que hay que aclarar cuál es el alcance o el contenido estamos abiertos, pero no pongamos al Estado sobre las personas, a las municipalidades sobre la familia”.
El comisionado socialista cree que todavía es posible llegar a un acuerdo transversal para elaborar una nueva Constitución. De lo contrario, advierte:“Si no logramos una Constitución que deje tranquilos a todos, lo único que vamos a lograr es perpetuar la crisis constitucional de Chile”.
Desde la agrupación de municipios aseguran que los recuirsos por contribuciones alcanzan el 45% de los ingresos que reciben los municipios, por lo que la aprobación de esta norma “tendría un impacto directo e irreparable en el desfinanciamiento del sistema municipal”.
“La verdad es que el gobierno no comenta los temas que se discuten en el consejo constitucional, sobre todo cuando está un proceso de votación en marcha. El único dato que vale la pena consignar es que de la recaudación de impuesto patrimonial el 50% de esa recaudación viene de las comunas de Las Condes, Lo Barnechea, La Reina, Ñuñoa, son todas del barrio alto de Santiago”, dijo el secretario de Estado.
La bancada de 22 consejeros retrocedió en aspectos que habían sido ampliamente defendidos por el partido encabezado por Arturo Squella, pero que habían generado duras críticas por parte del oficialismo. Los temas apuntan a la jerarquía de los tratados internacionales de derechos humanos, la protección de la vida, el quórum de reforma constitucional y las personas que cumplen condenas de cárcel y que tienen más de 75 años.
La instancia sostuvo una extensa sesión esta jornada. Desde Republicanos y RN indicaron que esperan que una indicación sobre cambio climático que buscaba la "unidad de propósito" -y que también fue rechazada-, pueda ser repuesta en el pleno del Consejo Constitucional.
El líder del Partido Republicano ha estado encargado de la defensa del proceso en el Consejo Constitucional, en medio de la tensión por la discusión de las enmiendas y el flanco derecho de su militancia dura que quiere rechazar el texto.
No pasó desapercibido que el abogado constitucionalista sea el único de los 24 negociadores para destrabar los nudos críticos del órgano redactor. Pero no solo eso genera inquietud entre algunos representantes de izquierda y sectores de Chile Vamos, sino que también su poca disposición, dicen, para zanjar acuerdos.
Si bien en el Partido Republicano -que tiene la mayoría en el órgano constituyente- algunos han promovido la estrategia de aislar a sectores de izquierda, en la UDI, RN y Evópoli hacen un llamado a no repetir los errores del proceso de la fallida Convención.
12 consejeros, 11 integrantes de la Comisión Experta y un asesor conforman las cuatro subcomisiones temáticas del órgano redactor que buscan destrabar las materias más complejas con miras a llegar a un acuerdo.
A raíz del día de los detenidos desaparecidos, representantes de los partidos de gobierno además instaron a la oposición a "reconsiderar el retiro de las enmiendas que van en la dirección contraria a la que debieran tener en el contexto de los 50 años", tales como la norma que establece que "las personas mayores de 75 años o que padezcan enfermedades terminales, debidamente calificadas, cumplirán la prisión preventiva, presidio o reclusión en su domicilio".
Aunque algunos ven con un poco más de optimismo los cuatro días extras en el cronograma de las votaciones, otros representantes de los partidos de gobierno están preocupados porque creen que eso no será suficiente para alcanzar un acuerdo en los contenidos de las indicaciones. "Los tiempos están vencidos", advierten.
Consejeros del oficialismo y oposición se darán un día más de negociaciones para llegar a acuerdos antes de continuar con las votaciones en comisiones. Buscan retomar la jornada con asuntos que generan menos diferencias, como descentralización y medioambiente. Ambos sectores, además, acordaron un ajuste al cronograma.
La molestia con la derecha ayer fue evidente entre los partidos de gobierno por presentar enmiendas con poca antelación al inicio de las votaciones. Sin embargo, en medio de las tensiones, este martes llegaron a un acuerdo entre ambos sectores: dar un margen de seis horas para presentar las normas antes de que comience la sesión y la creación de grupos para destrabar "temas críticos".
El día estuvo marcado por el disgusto oficialista frente a las enmiendas "de unidad de propósito", es decir materias de consenso de ese sector, que las bancadas de derecha presentaron minutos antes de que los consejeros comenzaran a votar. La oposición hizo valer su mayoría aprobando algunas indicaciones, entre ellas, la que declara que "el baile nacional es la cueca y su deporte nacional el rodeo”. La izquierda, por su parte, acusó irresponsabilidad.
