El compromiso de Estados Unidos de brindar a sus aliados surcoreanos más información sobre su planificación nuclear en caso de conflicto con Corea del Norte, según las autoridades de Pionyang las convenció de perfeccionar aún más una “disuasión de guerra nuclear”.
El mandatario estadounidense y su homólogo surcoreano, Yoon Suk-yeol. firmaron este miércoles un acuerdo para estrechar su cooperación militar frente a Corea del Norte y permitir que un submarino estadounidense con armas nucleares atraque en la península coreana por primera vez en 40 años.
La ministra de Exteriores norcoreana, Choe Son Hui dijo que la posición de su país como una potencia nuclear "es una realidad indiscutible, sin importar que EE.UU. y Occidente no lo reconozcan durante cien o mil años”. A la vez tachó el comunicado de la alianza, en la que demandó “desmantelar” su poderoso arsenal, como de “absurdo” y de interferir en su soberanía.
“Hicieron una declaración llena de contenidos extremadamente intervencionistas e impropios, calumniando malignamente a la República Popular Democrática de Corea sobre el ejercicio legítimo de su soberanía”, dijo la ministra de Exteriores norcoreana, Choe Son Hui.
El portavoz de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, señaló que desde la Secretaría General del organismo reiteran sus llamados a Pyongyang para que “cumpla plenamente con sus obligaciones internacionales en virtud de todas las resoluciones del Consejo de Seguridad”. También demandó una reanudación del diálogo que conduzca a la desnuclearización completa de la península de Corea.
Los norcoreanos dispararon el jueves lo que parecía ser un nuevo modelo de proyectil balístico, según Corea del Sur, lo que provocó alerta en el norte de Japón, donde se pidió a los residentes que se pusieran a resguardo. El último lanzamiento de misiles se produjo días después de que el líder norcoreano Kim Jong-Un pidiera reforzar la disuasión bélica de forma “más práctica y ofensiva”.
Gobierno nipón llamó los residentes en la isla a refugiarse, suspendió temporalmente el servicio del tren bala y pidió precaución a los aviones que se encuentran en el espacio aéreo cercano.
El Ministerio de Unificación surcoreano ha señalado que Pyongyang lleva sin responder las llamadas desde el 7 de abril.
Líder norcoreano asistió este lunes a una reunión de la Comisión Militar Central del gobernante Partido de los Trabajadores de Corea por los ejercicios militares conjuntos realizados por Estados Unidos y Corea del Sur, maniobras consideradas por el gobernante como “frenéticas”.
El arma bautizada como "Haeil-2" fue lanzada el pasado cuatro de abril y tras 71 horas y 6 minutos, recorriendo una distancia submarina en forma de elipse de mil kilómetros, alcanzó su objetivo detonando bajo el agua.
Según el líder norcoreano, si su país está preparado para llevar a cabo una postura ofensiva, “el enemigo no se atreverá a provocar” a Pyongyang porque les “temerá”. Así, ha reiterado que tienen que “expandir la producción de materiales nucleares con visión de futuro”.
La nave no tripulada desprendió una ojiva que ha navegado a una profundidad de entre 80 y 150 metros, durante 59 horas y 12 minutos. Previamente, los norcoreanos habían lanzado varios misiles de crucero, en reacción a los ejercicios militares conjuntos de Seúl Y Washington bajo el nombre de “Escudo de Libertad”.
El lanzamiento, según el país norcoreano, se da por la "grave situación en el entorno de seguridad más inestable en la península de Corea" debida a "los simulacros de guerra provocativos e invasivos a gran escala de los títeres estadounidenses y surcoreanos".
“Las vanguardias jóvenes de sangre caliente, fuertes y débiles con la voluntad indomable de nuestro partido contra el enemigo y el sentimiento antiestadounidense, se levantaron de inmediato en la guerra para defender el país y destruir al enemigo”, expresaron las autoridades norcoreanas.
Este último lanzamiento se produjo dos días después de que Pyongyang lanzara otros dos misiles balísticos de corto alcance hacia el Mar del Este/Mar de Japón.
