El próximo lunes 14 de diciembre, Chile será testigo de un nuevo eclipse solar total. A medida que el evento se aproxima, artículos como anteojos ya comenzaron su venta, mientras que hoteles y alojamientos ya están casi llenos.
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La fiesta en La Araucanía prometía ser total, pero la pandemia truncó los planes originales. Ahora el Ejecutivo modificó el plan de difusión del evento, complicando aún más el escenario. En la zona no se rinden.
Informe elaborado por la Fundación Chilena de la Astronomía estableció las mejores localidades y sectores de la Región de La Araucanía para ver el eclipse del 14 de diciembre, considerando emplazamiento, duración del evento y probabilidades de nubosidad.
Durante el fenómeno astronómico de 2019 en el norte del país, se instaló una sensación de irracionalidad y de temor por el inusual espectáculo celestial, el que, por así decirlo, se desvaneció por una especie de “inmunidad de rebaño”, en el que solo primó el asombro.
Sería la mayor fiesta astronómica del año, replicando el fenómeno de 2019 en el norte del país. Pero la pandemia complejizó todo. Autoridades reconocen hasta un 40% de cancelaciones en las reservas para el evento, pero aún así, son optimistas.
Un viejo mito dice que durante un eclipse un huevo logra sostenerse de pie. experimento puesto a prueba por miles de personas en el sudeste asiático.
El "anillo de fuego" se produce cuando la Luna está más alejada de la Tierra y se ubica justo delante del sol, pero no lo cubre totalmente.
El 14 de diciembre de 2020 gran parte de la zona sur del país disfrutará de este singular evento astronómico, que tendrá a las provincias de Cautín y Malleco como lugares privilegiados para apreciarlo. Ayer, de hecho, diferentes actividades oficiales le dieron el vamos a la cuenta regresiva.
Mi primer acercamiento a la ciencia viene de la naturaleza. Les echaba sal a las babosas. Había una acequia cerca de mi casa y con mi hermano sacábamos guarisapos, los abríamos y les hacía cesáreas. Atroz.
Dos semanas después del evento que tapó al sol por unos minutos, los habitantes de todo el país podrán ver un nuevo eclipse. ¿Se volverán a necesitar los lentes con filtro?
Después de seis años orbitando y tres tripulaciones, la nave se desmembró, cayendo en Australia dividida en millones de fragmentos.
Un satélite chino logró una sorprendente imagen del eclipse del pasado 2 de julio.
Jamás imaginé que la fuerza emocional de este eclipse pudiese remover con tal intensidad la sensación de arraigo cósmico. Son tantas las historias pasadas en las que hombres y mujeres corrieron a buscar eclipses o los encontraron accidentalmente. A veces con propósito científico; a veces sólo para perseguir la belleza. Cuando el espectáculo de este martes aún resuena, recuerdo a Janssen, a Lockyer, a Lorenz.
Los chilenos nos aferramos al eclipse con una felicidad inusitada. Es una promesa a la que abrazar. Llega en medio de cierta sensación de contracción, de miedo y de ausencia de fiesta; de una cotidianidad pesada y demoledora. Por lo mismo, todo parece fugarse hacia él. No importa tener lentes. El eclipse es otra cosa, una metáfora, un símbolo que reinventa el paisaje.
"La infraestructura no alcanza y no está hecha para un evento así", reconoció el seremi de Obras Públicas de Coquimbo.
