Los bajos niveles de agua y las temperaturas cálidas amenazan las entregas de carbón y la energía nuclear, ya que Europa necesita más energía debido a los cortes de gas ruso.
Georgi Kantchev y Yusuf Khan/The Wall Street Journal
11 ago 2022 08:53 PM
Los bajos niveles de agua y las temperaturas cálidas amenazan las entregas de carbón y la energía nuclear, ya que Europa necesita más energía debido a los cortes de gas ruso.
Las temperaturas récord y la falta de lluvias hacen que los ríos estén bajos y calientes, interfiriendo en la generación de energía hidroeléctrica y nuclear. Este mes, Europa ha sufrido con máximos históricos en algunas zonas del Reino Unido y con un calor abrumador que ha calcinado los bosques de Francia, España y otros países. La necesidad de recurrir a los combustibles fósiles también está complicando los objetivos del continente para reducir las emisiones de carbono.
Ayer, el Parlamento Europeo votó a favor de incluir esta energía en la lista de actividades sostenibles del bloque. En EE.UU., en tanto, el Presidente Joe Biden estableció un fondo de US$ 6.000 millones para ayudar a los operadores de plantas nucleares con problemas a mantener sus reactores en funcionamiento.
"Si el depósito de la planta nuclear fuera destruido por ataques de artillería del adversario, el polvo radiactivo cubriría Ucrania, Bielorrusia y los países de la Unión Europea″, señaló ayer el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.
El presidente francés presentó un plan de reactivación de energía nuclear para Francia con la construcción de seis plantas atómicas y la posibilidad de ampliar el proyecto con otras ocho centrales más.
Si hasta hace unos años el levantamiento de reactores atómicos asustaba, el cambio climático está mostrando el lado positivo de la energía nuclear, ya que, a diferencia de otras fuentes más utilizadas, no produce CO2 en el momento de la generación de electricidad. Aun así, no todos los países y expertos están de acuerdo.
El gobierno federal está avanzando en el “encapsulamiento” de ocho reactores de producción de plutonio en Hanford, estado de Washington, lo cual consiste en almacenarlos a largo plazo para permitir que la radiación en su interior se disipe durante décadas, hasta que puedan ser desmantelados y enterrados. Si bien la Segunda Guerra Mundial terminó en 1945 y la Guerra Fría en 1989, Estados Unidos sigue pagando un alto precio al año para eliminar los residuos nucleares producidos por las armas atómicas que desempeñaron un papel importante para poner fin a esos conflictos. El mayor gasto corresponde a la eliminación de un enorme volumen de remanentes líquidos procedentes de la producción de plutonio, componente clave de las armas nucleares.
Mientras un enorme arco de acero de más de US$ 1.800 millones mantiene bajo control al núcleo de la explosión ocurrida el 26 de abril de 1986, hoy los países discuten sobre las ventajas y los riesgos de este tipo de energía, frente a la necesidad de alternativas a los combustibles fósiles.
Expertos señalan que el tratamiento al que será tratada el agua, lo hace inocua para el ser humano. Sin embargo, países vecinos de Japón, organizaciones medioambientales y la pesca local, se declaran descontentos ante la polémica medida. En Chile, un científico explica qué ocurre con las corrientes oceánicas y los tsunami provenientes de Japón.
Cuatro de cada cinco sobrevivientes de la catástrofe de 2011 apoyan la prohibición de la energía nuclear de forma inmediata o gradual. El objetivo del gobierno es que, para 2030, las energías renovables representen entre el 22% y 24% del suministro del país.
El uranio utilizado en el combustible nuclear ha enfrentado el cierres de minas, que han eliminado más de un tercio de la producción mundial.
El éxito de la serie Chernobyl recuerda lo sucedido en la construcción de la planta Nueva Aldea de la Celulosa Arauco, en diciembre de 2005. La manipulación de una cápsula radiactiva afectó a 40 trabajadores, que resultaron irradiados gravemente. Fue el primer accidente nuclear registrado en el país y el más grave hasta la fecha.
Desde 1974, existe en la comuna de La Reina un reactor nuclear cuyo foco está en investigación y medicina. Su uso para generar electricidad está en discusión hace décadas, pero los costos y riesgos aún se consideran muy altos.