El Pontífice visitó ayer Qaraqoch, Mosul y Erbil. En la misa en esta última ciudad instó a “resistir la tentación de buscar venganza”.
8 mar 2021 06:45 AM
El Pontífice visitó ayer Qaraqoch, Mosul y Erbil. En la misa en esta última ciudad instó a “resistir la tentación de buscar venganza”.
Pese a que hoy cayeron 13 cohetes sobre una base que alberga a soldados estadounidenses en la provincia Al Anbar, el Pontífice confirmó su viaje de este viernes. Unos 10.000 efectivos de seguridad serán desplegados durante la histórica visita.
El ataque ha sido perpetrado en la aldea de Al Andin, ubicada en el triángulo que conforman las fronteras de las provincias de Alepo, Hama y Raqqa.
Tras la muerte del general iraní Qassem Soleimani, el Parlamento de Irak pidió el retiro de las tropas de EE.UU. Al mismo tiempo, la coalición internacional liderada por Washington cesó las operaciones contra el Estado Islámico producto de la "inestabilidad" en Irak.
El grupo yihadista ha estado realizando ataques, emboscadas y secuestros en Siria e Irak. Esto, pese a que el Presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo el año pasado que la organización terrorista había sido derrotada.
La ciudad iraquí, que durante tres años estuvo bajo el control del grupo yihadista, fue liberada en 2017. Recién ahora sus residentes han comenzado a volver a sus hogares, aunque está pendiente la reconstrucción.
"El viaje ha ido bien, han estado tranquilos. Ahora nos vendrá la policía a buscar y nos trasladarán a las oficinas de los servicios sociales", declaró Patricio González ya en Gotemburgo.
Los últimos registros enviados por el EI habían sido grabaciones de audio donde no quedaba muy claro si Abubaker al Baghdadi era o no el autor de ellos.
Los ataques del domingo de Pascua fueron reivindicados por el Estado Islámico (EI). Ello, a pesar que el grupo extremista perdió su territorio en Siria e Irak. Cientos de milicianos extranjeros se habrían unido al EI durante los últimos años y una de esas células estaría vinculada a los atentados.
Pero, a pesar de la desaparición de ese "califato", EI sigue siendo una fuerza altamente disciplinada y curtida en batalla cuya "derrota duradera" todavía no está completamente asegurada.
Las milicias kurdas aliadas de la coalición anunciaron la derrota del califato tras casi cinco años de combates.
Esta organización yihadista, la más brutal de la historia contemporánea, hizo reinar el terror con decapitaciones, ejecuciones masivas, raptos y violaciones. Eso sin contar los secuestros de extranjeros y los atentados reivindicados en Siria, en otros países árabes o asiáticos e incluso en Occidente, o la destrucción de tesoros arqueológicos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores sobre el terreno, aseguró que en la lista de fallecidos se encuentran "mujeres y niños" parientes de los yihadistas.
Abu Hasan al Muhajir también llamó a tomar represalias por el ataque a las mezquitas en Nueva Zelandia.