Andrea Salas y su marido, el chef Cristián Correa, decidieron hace un año y medio crear una gran huerta que abasteciera a la familia y los dos restaurantes de él; Comedor Central y Mulato. Hoy disfrutan de un gran modelo llamado Flor de Cocina que los tiene entretenidos entre talleres, clases de cocina saludable y comidas hechas con productos cultivados orgánicamente en su parcela de Chicureo.
Soledad García Huidobro
14 mar 2019 04:12 PM