Pasa que, aunque ya hace décadas que la moda, el cine y la publicidad empezaron a incorporar pechugas desnudas dando cuenta de sus distintas formas, tamaños y turgencias, nadie ha dicho que podemos hacer lo que queramos con ellas. No, señora. Si usted, persona corriente, decide salir a la calle con una blusa transparente y sin sostén será señalada con dedos inquisidores y puede que le impidan la entrada a algunos lugares.
Carolina Pulido / Ilustración Consuelo Astorga
9 jun 2018 01:51 PM