Carlos Saavedra enfrentó a manifestantes que se enfrentaban con carabineros en el Arco de Medicina de la casa de estudios penquista.
Carlos Reyes P.
6 jun 2018 04:21 PM
Carlos Saavedra enfrentó a manifestantes que se enfrentaban con carabineros en el Arco de Medicina de la casa de estudios penquista.
Hace veinte años se estrenó la serie de televisión que opera con una premisa sencilla: mujeres que disfrutan del sexo y no necesitan de un compromiso para tenerlo. Lo que hoy nos puede parecer básico, en 1998 generó gran revuelo.
Aquello, según las cifras que habría entregado Carabineros a la Intendencia Metropolitana. Según los primero balances, la manifestación se realizó con normalidad.
Desde este año las saudíes pueden conducir un auto e ir al estadio, derechos impensados en el pasado, siempre y cuando sigan escondiendo sus cuerpos detrás de las tradicionales abayas negras que caracterizan su vestuario. Transformaciones que han sido seguidas de cerca por una chilena que vive desde hace tres años en ese país y que relata a Paula cómo la conservadora sociedad se ha ido adaptando a esta ola progresista.
En medio de la ola feminista que vive el país, un grupo de diputados presentó un proyecto de ley para que los padres puedan elegir de mutuo acuerdo qué apellido llevarán primero sus hijos. Una situación que ha tratado de ser legislada sin suerte desde 2001, dejándole a los chilenos como única alternativa la vía judicial a la hora de querer modificar sus nombres. Aquí dos jóvenes relatan el proceso que siguieron para dar protagonismo a sus madres en su identidad legal.
Isabel Plá y Cecilia Pérez afirmaron que la temática también pertenece a la centroderecha.
Un quinteto de académicas e investigadoras chilenas responden tres preguntas referidas al movimiento que ha irrumpido en la agenda noticiosa, al machismo en el mundo de los historiadores y al Premio Nacional de Historia, que se vuelve a entregar en 2018 y que nunca ha reconocido a una mujer. No piensan lo mismo, ni tendrían por qué, pero aportan miradas que quiebran inercias propias de un ámbito donde tradicionalmente se ha impuesto la masculinidad.
La militante UDI se define como una feminista de derecha. Al mismo tiempo le preocupa que a su sector político le cueste comprender la importancia de reconocer explícitamente la total igualdad de hombres y mujeres.
Catalina Martínez, alumna de cuarto medio del Liceo Carmela Carvajal de Providencia, fue una de las organizadoras de la toma del tradicional colegio de hombres de Santiago, todo un hito de la actual ola feminista. Aquí cuenta la historia de su familia compuesta por mujeres, sus deseos de estudiar arte y de seguir en política.
No es curioso, dice Carlos Peña, columnista dominical y rector de la UDP, que una sociedad que camina alabando la igualdad reproduzca todos los días justo lo contrario: diferencias. Y puede, agrega, que esa sociedad se entregue a la negación y permita que esta contradictoria conducta se perpetúe. Pero puede también, como ahora, surgir una generación que sí quiere poner fin a ese doble discurso. Eso pasa hoy con el feminismo. Y Peña lo celebra.
La secretaria de Estado reflexiona sobre la ola feminista y reconoce alguna de sus definiciones en el debate valórico.
Cada vez que escucho o leo la expresión "agenda valórica" referida a temas como el feminismo, la diversidad sexual, la identidad de género y los derechos reproductivos, recuerdo los años 90, cuando fueron encendidas todas las balizas de la crisis moral. Treinta años más tarde vinimos a enterarnos cómo funcionaban aquellos anchos espacios despojados del rigor ético que se les exigía a los ciudadanos comunes y corrientes.
La hermana mayor de Marcela, Margarita, Paula y Sol Serrano fue una de las pocas mujeres que participaron en la toma de la Casa Central de la Universidad Católica en 1967. La abogada dice que entonces el rol de la mujer aún no era tema y que ellas se pusieron al servicio de la causa. Agrega que el actual movimiento feminista no tiene retorno y aplaude la reciente toma en su casa de estudios.
La presidenta de la Cámara aseguró que las palabras del Mandatario solo confirman la urgencia de las demandas del movimiento feminista.