Los últimos atentados explosivos desnudaron las falencias de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), un servicio que, tras casi 15 años, no ha sido capaz de generar la información para prevenir nuevos ataques. La salida de analistas y la pérdida de informantes pagados se cuentan entre sus deficiencias.
Francisco Artaza y Leslie Ayala
4 ago 2019 12:17 AM