Un bollo que se hace con almidón de mandioca, huevos y queso es la debilidad de los brasileños que lo consumen humeante a toda hora, en especial para acompañar el café matutino.
Francisca Siebold
17 jul 2013 02:45 PM
Un bollo que se hace con almidón de mandioca, huevos y queso es la debilidad de los brasileños que lo consumen humeante a toda hora, en especial para acompañar el café matutino.
Un suculento sándwich preparado con 20 lonjas de mortadela y queso derretido, además de variedades de porotos, entre los que destaca el negro, para preparar feijoada, el plato nacional de Brasil, se encuentran en el Mercado Municipal de São Paulo. Un paseo ineludible en la megalópolis.
La danesa Kamilla Seidler es una de las chefs a cargo de la cocina del Gustu, donde es socio René Redzepi, dueño del que muchos consideran el mejor restorán del mundo: el Noma, en Copenhague. Como parte de un proyecto social, su equipo en La Paz lo integran estudiantes bolivianos. Junto a dos de sus aprendices de cocina, Seidler reseña acá tres ingredientes fundamentales de la dieta local y los nuevos usos que les están dando en el restorán boliviano del momento.
Argentino por antonomasia, es el acompañamiento elegido por la chef Narda Lepes para referirse a la gastronomía de su país. "Tiene un sabor honesto", dice, y se atreve a desordenar la receta original con tomates cherry. Aquí, esta infatigable cocinera, con varios años al aire en distintas señales televisivas y algunos libros publicados, presenta al chimichurri y al chimicherry.
Los argentinos consumen más de 6 millones de alfajores al día, tienen más de 50 marcas distintas, cerca de 40 variedades disponibles y una versión autóctona por cada provincia. Sin medias tintas, casi por cada alfajor que existe en el país hay defensores y detractores. Un asunto nacional.
Carne de cerdo, vacuno y tocinos de la mejor calidad, además de un clima montañoso poco usual en la pampa argentina, le imprimen su particular sabor al salame que se elabora artesanalmente en Tandil, a poco más de 300 kilómetros al suroeste de Buenos Aires. Los tandileros lo defienden a morir, tanto, que en septiembre de 2011 lograron registrarlo como Denominación de Origen.
O sobre por qué un peruano está dispuesto a esperar hasta dos horas por un par de simples brochetas asadas a la parrilla.
A una cuadra de la rotonda Pérez Zujovic la panadería Metissage ofrece una veintena de panes de receta 100% artesanal. Abrió hace apenas un mes y ya está conquistando a una fiel clientela.
Qué (y porqué no) no perderse esta quincena.
Una en Amsterdam, otra en Toronto, dos mujeres jóvenes han generado los libros de cocina más inspiradores que el catálogo de Amazon.com ha tenido en el último tiempo. La vitalidad de sus páginas está dada por la osadía que ambas tienen para mezclar las recetas: con comentarios, fotografías e ilustraciones, en un caso; con viajes y observaciones antropológicas, en el otro.
Lo que ocurre en la sala que el Teatro Nacional Chileno tiene en Morandé 25 es un tremendo suceso: por primera vez, después de su estreno hace 51 años bajo la dirección de Víctor Jara, se volvió a montar la obra de Alejandro Sieveking, que es clave en la dramaturgia nacional. Una función que no hay que perderse en el centro de Santiago, a un paso de la renovada calle Nueva York.
Qué (y por qué) no perderse en esta quincena.