Etiqueta: Héctor Soto
Nada será una taza de leche, así sea que gane Jadue, que lo haga una eventual coalición encabezada por Yasna Provoste o, más complicado aún, teniendo en cuenta la izquierdización del país en las elecciones recientes, que en definitiva se imponga el candidato de Chile Vamos.
¿Por qué el Frente Amplio, lejos de fortalecerse, se debilitó? ¿Por qué como fenómeno político duró tan poco y se agotó tan rápido? ¿Cuántas décadas hay que contar hacia atrás en la política chilena para dar con un desgaste parecido?
No es casualidad que en el mismo momento en que la centroderecha acababa de entregar al país un testimonio de disciplina y unidad como no se veía en el sector posiblemente desde los tiempos de la Unidad Popular, hayan surgido en Chile Vamos cortocircuitos puntuales, cuyos alcances de momento son difíciles de establecer.
En el ciclo de diálogos para suscriptores de La Tercera, Conversaciones LT, el escritor peruano y Premio Nobel de Literatura manifestó sus ideas sobre la actual crisis sanitaria. Dice que la sociedad civil ha estado a la altura del manejo del coronavirus, pero no los líderes mundiales. También alabó a Uruguay y recomendó Muerte en Venecia de Thomas Mann como una de las grandes novelas sobre plagas.
A lo mejor el episodio no es ni tan grave ni tan sorprendente. Pero arroja luz sobre un cierto hechizo de una fracción de la izquierda por la épica asociada a tradiciones políticas que están al filo de la legalidad, que hunden sus pies en el mundo anarco, que se mezclan en algún momento con la ley de las armas, en otros con la delincuencia común, y para las cuales, en definitiva, el fin siempre justifica los medios, por crueles, infames o miserables que sean esos medios.
Académicos de la Universidad de Chile rescatan el número de la mítica publicación de la UCV que se iba a imprenta en los días del Golpe.
"Más allá de las incidencias asociadas a la instalación del gobierno, ¿qué quiere realmente la centroderecha para Chile? ¿Un poco más y mejor de lo mismo? ¿O un horizonte de oportunidades sustancialmente distinto?"
El escándalo ha vuelto a poner en la agenda pública la conveniencia de restituir en las reparticiones del Estado grados de serenidad y prudencia comunicacional, que son indispensables para que las instituciones puedan funcionar sobre una mínima base de dignidad.