La Asamblea Nacional Popular de China aprobó ayer imponer a Hong Kong una controvertida Ley de Seguridad Nacional, que ha motivado una fuerte oposición en la excolonia británica y en Washington. “Rechazamos desde hace tiempo la mentalidad de la guerra fría”, afirmó el primer ministro chino, Li Keqiang.
Dichos países enviaron un comunicado en conjunto tras la aprobación por parte del parlamento chino de una controvertida legislación de seguridad nacional para la excolonia británica.
Un fuerte dispositivo policial impidió este miércoles en Hong Kong que los activistas prodemocracia se manifestaran contra otro proyecto de ley que pena con hasta tres años de cárcel cualquier ofensa al himno nacional chino.
Hacia el mediodía, las fuerzas de seguridad dispersaron con disparos de proyectiles de gas pimienta a un centenar de activistas que gritaban consignas en un barrio comercial del centro de la región administrativa.
La excolonia británica iba en camino de alcanzar los 28 días consecutivos sin ningún caso de contagio local, un criterio utilizado por los especialista para declarar la finalización de una epidemia.
El territorio totaliza un millar de casos de contaminación y cuatro muertos, pero no han registrado ningún nuevo caso en diez de los últimos 16 días.
Desafiando las medidas de distanciamiento social, los activistas retomaron las manifestaciones del año pasado.
Pese a la reducción de los contagios autóctonos, las autoridades advierten sobre el riesgo que representan los casos “importados”.
Los Cóndores desperdiciaron una ventaja de 14-0 y no pudieron acceder a la final del torneo.
Los torneos, planificados en primera instancia para abril, fueron pospuestos para octubre por "las persistentes preocupaciones sanitarias", anunció World Rugby.
La ciudad intenta cada vez más aislarse de China para evitar que el virus se propague.
El miedo colectivo por el virus ha golpeado fuertemente la industria del entretenimiento asiático. Por razones de seguridad, las productoras han decidido no seguir adelante con presentaciones en lugares como China, Corea del Sur y Hong Kong.
Estudio revela que casi un tercio de los adultos, unas dos millones de personas, han tenido síntomas de este trastorno desde que empezaron las manifestaciones en el territorio chino.
La marcha buscaba presionar al ejecutivo local para que acceda a las reivindicaciones del movimiento, como el establecimiento de un verdadero sufragio universal, una investigación independiente sobre el comportamiento de la policía y la amnistía para los más de 5 mil detenidos desde junio.
Las "protestas por las compras" se han centrado desde la Nochebuena en los centros comerciales de toda la ciudad gobernada por China, volviéndose violentas en ocasiones con la policía disparando gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes en las bulliciosas zonas comerciales llenas de clientes y turistas.
