Mientras el ex alcalde de Iguala reconoció estar "cansado" de estar escondido, su esposa se mostró altiva.
Alejandro Osorio S.
5 nov 2014 11:44 AM
Mientras el ex alcalde de Iguala reconoció estar "cansado" de estar escondido, su esposa se mostró altiva.
Una humilde casa de dos piezas ubicada en un populoso barrio en del Distrito Federal.
México ha ido descubriendo entre el asombro y la indignación cómo este matrimonio tenía el control de Iguala, sin importar que el ex alcalde estuviera acusado de homicidio y su esposa vínculos con narcotraficantes.
Según las autoridades, Abarca y su esposa fueron los que mandaron a la policía municipal de Iguala a perseguir a los estudiantes la noche que desaparecieron.
A más de un mes de las desapariciones, el presidente mexicano se reunirá con los padres de los 43 jóvenes, quienes van a "exigir respuestas inmediatas".
El izquierdista Rogelio Martínez fue elegido por el Congreso estatal luego que su antecesor dimitiera al cargo en medio de las críticas por la desaparición de 43 estudiantes.
Hoy se cumple un mes desde que alumnos de la escuela de Ayotzinapa fueron atacados por policías municipales de Iguala y miembros del cártel Guerreros Unidos y desde ese momento no se sabe nada de ellos.
Los jóvenes saquearon algunas tiendas departamentales como parte del plan de acción para exigir la aparición con vida de 43 compañeros desaparecidos.
En tanto, la fiscalía acusa al alcalde de esa ciudad de haber ordenado el ataque contra los jóvenes para evitar que interrumpieran el discurso de su esposa.
Más de 80 cadáveres encontrados, ninguno de los cuales pertenece a los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, evidencia el lazo entre las autoridades del sur de México con el crimen organizado.
La recompensa podría llegar hasta los 110.000 dólares a quién entregue información sobre el paradero de los jóvenes desaparecidos y otra similar por datos que permita identificar a los probables responsables.
El titular de la Comisión Nacional de Seguridad afirmó que la medida afectará a 12 municipios del estado de Guerrero y en el de Ixtapan de Sal, en el Estado de México.
El legislativo estatal dio luz verde a la separación de José Luis Abarca del cargo al considerar que incurrió en omisión al no proteger a los estudiantes.
También se prevén bloqueos de carreteras y la ocupación de casetas de peaje de la turística autopista que conecta Ciudad de México y el balneario de Acapulco.
Mientras la policía sigue encontrando fosas llenas de cadáveres, miles de personas se manifiestan en diferentes estados mexicanos exigiendo Justicia.