Al considerar que el "mensaje" de los manifestantes había sido "escuchado", la coalición paramilitar del Hashd al Shaabi convocó a sus combatientes y partidarios a desplazar su sentada fuera de la Zona Verde de Bagdad, donde se encuentra la embajada estadounidense.
Los movimientos se dan en medio del aumento de las tensiones entre Washington y Teherán.
En un comunicado, la oficina para los Derechos Humanos de la ONU señaló que había obtenido "imágenes de video verificadas" en las que se ven a las fuerzas de seguridad disparando contra manifestantes, donde se muestra el "uso de severa violencia contra los manifestantes".
El servicio sigue en gran medida interrumpido en Irán a pesar del retorno a la calma aparente luego de un movimiento de protesta que se ha extendido por un centenar de ciudades.
La muerte de una hincha iraní en septiembre, producto de su intención por ingresar a un estadio de fútbol, provocó una presión internacional insostenible para el gobierno; tuvieron que eliminar el veto impuesto por la Revolución Islámica.
El incidente generó un fuerte salto en el precio del barril de petróleo.
Tras la presión de la FIFA, las autoridades iraníes permitieron la venta de entradas a mujeres para asistir al partido entre la selección local y Camboya.
El Stena Impero fue capturado el pasado 19 de julio por la Guardia Revolucionaria iraní en el estrecho de Ormuz por supuestamente incumplir las normas de navegación, algo que tanto Londres como la naviera negaron. Desde el pasado domingo se esperaba la partida del barco, ya que tanto la naviera sueca Stena Bulk como la Organización de Puertos y Navegación de Irán informaron de que se había dado la orden de liberarlo.
Dada la incertidumbre geopolítica, se espera que Beijing acelere la acumulación de reservas de crudo. Este proceso será crucial para sostener la demanda global durante el próximo año, según Bank of America.
Esto, después de la polémica generada por el ataque a dos instalaciones petroleras sauditas la semana pasada, que Riad atribuye a Teherán. Las autoridades iraníes han declarado no quieren una guerra, pero aseguraron que responderán ante una agresión.
El gobierno estadounidense acusa al banco central iraní de haber financiado desde 2016 con miles de millones de dólares a la Guardia Revolucionaria de dicho país, a la Fuerza al Quds y al grupo chií libanés Hizbulá, todos ellos considerados grupos terroristas por Washington.
Mientras Arabia Saudí ve los ataques del 14 de septiembre sobre Khurais y Abqaiq como una prueba de la voluntad mundial de preservar el orden internacional, Irán niega estar involucrado en el ataque, que inicialmente recortó a la mitad la producción de petróleo del mayor exportador mundial. El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, calificó los ataques como un "acto de guerra".
Washington responsabilizó a Teherán de los ataques contra instalaciones de la petrolera saudí Aramco pese a que fueron reivindicados por los rebeldes hutíes chiíes de Yemen, que cuentan con el respaldo de Irán y están enfrentados a Arabia Saudí.
El ataque con drones y misiles contra dos plantas saudíes, que desde el pasado sábado mantiene a los mercados en la incertidumbre y ha puesto en ebullición la tensión en el Golfo Pérsico, desnuda la supuesta capacidad defensiva saudí.
