Los ataques a dos instalaciones petroleras en Arabia Saudita incrementaron las tensiones en la región. Estados Unidos ha responsabilizado a Irán de estar detrás de los ataques.
Cristina Cifuentes
16 sep 2019 01:44 PM
Los ataques a dos instalaciones petroleras en Arabia Saudita incrementaron las tensiones en la región. Estados Unidos ha responsabilizado a Irán de estar detrás de los ataques.
Mike Pompeo, secretario de Estado de EE.UU., adjudicó a los iraníes los ataques del sábado a dos plantas petroleras sauditas.
La Alta Representante de Política Exterior, Federica Mogherini, calificó lo ocurrido en las instalaciones de la firma petrolera Aramco como "deplorable" y aseguró que este hecho aumenta la tensión en la región y "perjudica los trabajos en aras del diálogo".
El mandatario estadounidense matizó que no tiene claro todavía si será posible reunirse con su hómologo iraní, pero recalcó que no necesita a "nadie para negociar" con ellos, y citó específicamente al presidente francés, Emmanuel Macron, quien también planea asistir a la reunión en septiembre.
La idea de reducir la dependencia del petróleo ronda en Irán desde hace años y, según dijo esta semana el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, en la actualidad esa dependencia es inferior al 30 %, frente al 50 % de antes.
Esto en el marco de la reunión extraordinaria entre las cinco potencias que siguen adheridas al acuerdo nuclear del 2015 con Irán para ver cómo pueden salvar el tratado, en peligro tras la salida de Estados Unidos en 2018 y la retirada parcial de Teherán.
Además, el gobierno iraní urgió a Reino Unido a liberar al petrolero "Grace 1" que se encuentra retenido en Gibraltar. El portavoz gubernamental, Ali Rabieí, señaló que si éste es liberado, Irán tomaría también "una decisión basada en la buena voluntad".
Esto luego de que Washington asegurara que Irán habría probado un misil de alcance medio. Por su parte, Teherán calificó su programa nuclear como un "pacífico".
El mandatario adelantó, asimismo, que Teherán actuará de igual modo, tanto en relación con el petrolero británico como al derribo de un dron estadounidense el pasado junio, si se cometen nuevas infracciones.
Esa decisión es la última que toma Washington para presionar a la economía de Irán, debido a sus supuestas actividades militares en Oriente Medio y su programa nuclear.
Por su parte, el mandatario estadounidense Donald Trump desmintió tajantemente la información difundida por Teherán. "Cero verdad. Sólo más mentiras y propaganda", publicó el jefe de Estado en Twitter.
Teherán anunció hoy que confiscó un barco británico por no cumplir con el código marítimo internacional. La captura del navío se produjo después de que Gilbraltar decidiera prorrogar la detención de un petrolero iraní.
El anuncio coincide con el creciente número de sabotajes sufridos por cargueros que se dirigían al golfo de Omán, los cuales, de acuerdo con el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, fueron obra de Irán o de alguno de sus "secuaces".
"No acatamos la política denominada 'cero' (importación de petróleo iraní) de Estados Unidos" indicó a la prensa Fu Cong, director general de control de armas del ministerio de Relaciones Exteriores chino.
"Espero que no suceda, pero estamos en una posición muy fuerte en caso de que pase", aseguró el mandatario estadounidense consultado sobre un posible conflicto bélico a raíz de la escalada de tensión entre ambos países que se ha generado durante las últimas semanas.