Con tres senadores ya jugados por aprobar el retiro de fondos de pensiones, que aseguran una tercera derrota consecutiva del sector -a los que el partido también debería pasar al Tribunal Supremo si ya lo hizo con cinco diputados-, la directiva de Van Rysselberghe enfrenta además la presión de dos históricos: su dos veces ex líder y su candidato presidencial. El primero pide que los disidentes renuncien, y el segundo los apoya, al proyecto de ley, y rechaza que los castiguen. Y el portaestandarte de ese grupo, Iván Moreira, ahora pide que Andrés Chadwick dirija el partido. Y recién es lunes.
20 jul 2020 02:21 PM