Vivían en la altura precordillerana de Tarapacá mucho antes de la ocupación peruana, chilena o el descubrimiento de América, pero una mañosa inscripción de derechos de agua les arrebató el elemento con el que por siglos se abastecieron, obligándolos a abandonar sus tierras y regalar su ganado. Un acuerdo amistoso dictado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos les dio la razón en 2018 y aunque aún esperan, el gobierno se comprometió con ellos en la cuenta pública.
17 jun 2022 02:02 PM