La historia de Javiera Toro ha evolucionado a la par con la de la selección de fútbol femenino. Hace cuatro años era una adolescente con un hijo, tan anónima como el resto de sus compañeras. Hace tres llegó a Santiago para cumplir el sueño de jugar fútbol y vivió los mismos problemas que las otras jugadoras. Y hoy está frente a una fama que aún siente ajena.
Carlos Matías Pérez
28 jun 2019 04:02 PM