En 1997, Paul McCartney regresó a la música con un álbum marcado por la idea de crear a partir de la energía del pasado. Decidido a revivir la frescura de los tiempos en que componía canciones en pocas horas junto a John Lennon, el artista dio forma a un material que le devolvió el éxito artístico y comercial. Pero además, fue el último que compartió en vida con su esposa, Linda, antes de morir a causa de un agresivo cáncer.
31 jul 2020 07:52 AM