En una carrera contra el tiempo, la organización de los juegos ha sufrido un fuerte aumento de sus costos. Gran parte de esa alza se ha debido a los retrasos y ajustes de precios de las principales obras de infraestructura que albergarán a las competencias deportivas, las que se deberán usar con un "permiso de funcionamiento temporal" otorgado por la Municipalidad de Ñuñoa. La Tercera constató que el IND ha gastado un 19% más de lo presupuestado: lo equivale a cerca de US$70 millones. Mientras que en todo el evento, si en 2017 se pensaba que el Estado debería invertir US$170 millones para ser sede, hoy esa cifra ya va en US$770 millones.