Es una de las pistas más emotivas de Tug of War, el cuarto disco solista de McCartney de 1982, que significó su reencuentro definitivo con George Martin, histórico productor de The Beatles, y cuyas grabaciones iniciaron un mes antes del asesinato de Lennon. Como si fuera una misiva que nunca llegó a su destinatario o una conversación imaginaria, el británico vuelca sus sentimientos hacia su amigo y otrora complemento creativo de la forma en que mejor lo sabe hacer: a través de una composición. Aquí, los detalles que rodeana a la canción que cerró un ciclo en la dupla Lennon-McCartney, una de las amistades más trascendentales e la cultura de nuestra era.
Catalina Araya
17 jun 2022 12:09 AM