El vecino país vive en una constante crisis institucional desde las elecciones de 2016, caracterizada porque los Parlamentos y presidentes de turno buscan eliminarse por desacuerdos entre sí.
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A juicio del académico de la Universidad Diego Portales e investigador del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social, el destituido presidente de Perú era “un político amateur y radical”, “la peor combinación para asumir un país en crisis institucional”.
La supuesta "incapacidad moral" del exmandatario -derivada de una serie de investigaciones judiciales su en contra y de su entorno- era el motivo por el que el Parlamento lo sometió por tercera vez en sus cortos 16 meses de gobierno a una moción de vacancia.
El exmandatario Ollanta Humala expresó en redes sociales su “rechazo total” a la maniobra del destituido Presidente de Perú. Mientras que Francisco Sagasti, predecesor de Castillo en el cargo, aseguró que el mandatario saliente se puso “al margen de la ley y la Constitución” para librarse de acusaciones y “ocultar su incompetencia”.
La abogada juró en reemplazo de Pedro Castillo, quien fue destituido horas antes "por permanente incapacidad moral".
La decisión del ahora exmandatario de disolver el Congreso de la República desencadenó una serie de hechos que llevaron al cese de su cargo y a ser aprehendido por la policía local.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile -encabezado por Antonia Urrejola- se pronunció mediante una declaración a nombre del Ejecutivo.
Previamente, imágenes de un canal de televisión local mostraron al exmandatario y miembros de su familia, incluida su esposa Lilia Paredes, abandonando Palacio de Gobierno.
Con los votos de 101 congresistas, el Legislativo adoptó la medida luego que el mandatario disolviera temporalmente el Congreso.
La medida, vigente a nivel nacional desde este miércoles, será afectiva entre las 22.00 y las 04.00.
Benji Espinoza tomó la decisión luego de que el presidente peruano disolviera temporalmente el Congreso e instaurara un gobierno de emergencia nacional.
Al menos seis secretarios de Estado presentaron su dimisión, a la que también se sumó Manuel Rodríguez Cuadros, quien dejó su cargo como embajador de Perú ante las Naciones Unidas.
La decisión del mandatario ocurrió el mismo día en que se iba a debatir una tercera moción de vacancia en su contra, pese a que la oposición no tenía los votos necesarios. Tras el intento de cerrar el Legislativo, el propio órgano del Estado logró los apoyos suficientes para la destitución de Castillo.
Para que la moción sea aprobada se necesitan 87 votos de un total 130 legisladores. Hasta el martes pasado, según una proyección realizada por el diario El Comercio, la moción sumaba unas 77 adhesiones.
El mandatario hizo un llamado al poder Legislativo de su país para trabajar en solucionar los problemas del Perú.
