Esa inconfundible sensación de envidia frívola e impropia es la que recorre el cuerpo al observar las fotografías de Cecil Beaton (1904-1980) que se exponen actualmente en Nueva York. Sentimiento que suele ser la antesala de lo que invade antes de declarar, casi a regañadientes, qué ganas de haber estado ahí, haber vivido en esa ciudad y en ese tiempo.
slehuede
21 ene 2012 10:00 AM